Una balanza especial para fujimori

UNA BALANZA ESPECIAL PARA FUJIMORI. 
Por Eduardo Carranza Gazzani. (06-08-13). 

El 24 de julio de 2013 fue publicada la sentencia que absuelve a Vladimiro Montesinos, Nicolás Hermoza Ríos y Roberto Huamán Ascurra de la acusación que recaía sobre ellos por la ejecución extrajudicial de uno de los terroristas abatidos en la operación de rescate de rehenes de la residencia del embajador japonés denominada Chavín De Huantar.

Un párrafo de la sentencia dice que solo el emerretista Cruz Sanchez murió en condiciones distintas a los demás (habría sido una ejecución extrajudicial ) pero que ese solo hecho no es indicador de que el plan de operaciones de rescate tenía un sesgo criminal, y que no hay lugar para semejante incriminación.

La sentencia también afirma que “tampoco se ha probado que la orden de ejecutarlo o matarlo (a Cruz Sanchez) fue dispuesta por las más altas instancias públicas vinculadas a la operación de rescate Chavín de Huantar”.

El juez santo actuó correctamente en este caso.

Todo lo contrario sucedió en los casos de Barrios Altos, La Cantuta y Sótanos del SIE. Yo seguí por televisión todas las audiencias de las que constó el juicio a Alberto Fujimori, en un par de ellas estuve en la misma sala, y en ninguna de estas algún testigo incriminó siquiera en forma indirecta al expresidente. Ni siquiera los agraviados en el caso de los supuestos secuestros en el SIE lo incriminaron en forma alguna. Sin embargo fue condenado por secuestro agravado cuando en realidad solo hubo una detención en circunstancias en que las garantías constitucionales estaban suspendidas.

Con el mismo criterio con el que el juez santo resolvió el caso de los implicados en la operación de rescate, tendría que haber resuelto el caso del expresidente. Ese juicio tendría que haber concluido afirmando, al igual que en el caso Chavín de Huantar, que no se ha podido probar que Alberto Fujimori ordenó las matanzas y secuestros de los que se le acusa y que no hay lugar para semejante incriminación.

En el juicio a Alberto Fujimori utilizaron una balanza especial para él, donde los intereses creados pesaron mucho más que los testimonios palpables que decían que él es inocente.