Una carta muy gratificante.

Hola "Edna",
Te diremos la chica fantástica! Tu libro, mi libro de verano, ha resultado plenamente interesante, piensa que me atrapó ya en el inicio del relato por la curiosidad de descubrir el desenlace de las historias personales de tus alumnos. Que difícil trabajo adaptativo!
Realmente me ha emocionado la pasión con la que llevaste a cabo este gran proyecto. Me parece una maravillosa intervención pedagógica "con sentido" por la cualidad humana que desprende, es bien cierto que el sentido de la educación no solo pasa por aprender materias. De nada o de poco sirven los conocimientos si delante no se halla la persona como "ente social" con sentimiento y con alma.
He leído con gran placer y disfrute tu cotidiano ejercicio magistral, he seguido tus clases como una alumna más. Casi sentada con tus alumnos, de oyente, ensimismada en tu ajetreada lucha diaria sobre introducción de valores, ¡Cuán ardua tarea en un campo hostil!, fascinante. Los conceptos de como canalizar el odio, la ira o el enfado, de como soportar o superar las frustraciones sin rebeldía, sin violencia, sobre la capacidad de aceptación , de respeto...
He podido palpar tus grandes dosis de paciencia, siempre sin perder la energía que tanto te caracteriza, y me ha complacido observar que has sabido liderar perfectamente los avatares más furibundos.
¡Felicidades por esta crónica tan detallada y formativa!
He de decirte que, en mi opinión, que tu técnica ha sido ejemplar, al igual que la pasión con qué afrontaste el reto de un trabajo tan difícil. El respeto mantenido a lo largo del curso, tanto para con los alumnos como para esos compañeros que desvirtuaban la finalidad del proyecto educativo, qué fiel a ti misma y a tus principios! Sincera, comprometida, auténtica! Qué bello.
Sinceramente "chapeaux".
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