Alaska, 4 de mayo de 2012,
Una crónica, porque no puede ser la crónica. Imposible tratándose de un congreso, donde se está en todo, pero no se está en nada, tantas cosas donde se quiere estar y no se puede estar. La cosa empezó con la conferencia de Victoria Camps a la que no pude asistir. Ya me dirán que crónica es esta. Me dicen mis conocidos que la conferencia ni fú ni fá. No sé, no estuve, ya les digo. Y al fin y al cabo me lo han comentado cinco o seis, y en el congreso somos como 600, osea que vete a saber.
Un congreso son ideas al vuelo; veinte cosas sabidas y cuatro descubrimientos, cinco cosas que aburren y una que te alegra la mañana, una intervención de alguien que te despierta y otras que dices que se calle ya. Y sobre todo, y ya sé que no descubro nada, es networking, oseasé, charlas en los pasillos, en el café, entre las risas. Y ahora, cosa que no pasaba hace muy poquito, desvirtualizaciones de personas que ya conocías antes, de alguna manera, en las redes sociales.
Por la tarde del primer día voy a la sala 4, donde hago mi taller sobre las TIC (a ver si puedo postear mañana un resumen del contenido). Me cruzo con otros congresistas de no se qué, muy trajeados. Pero mucho. El choque visual entre los dos grupos, el nuestro y el suyo, es enorme. Y mira que la mayoría vamos modositos: tejanos, camisetas. Lo normal. Si uno de ellos o uno de nosotros nos metiéramos en el grupo del otro nos sentiríamos muy incómodos. O a lo mejor no tanto, a lo mejor nos pondríamos a hablar y coincidiríamos en muchas cosas.
Se me va la olla.
Sigo muchas cosas del congreso por las redes sociales, sobre todo por twitter, con el #congresoeduso. Cada día somos más metidos ahí, compartiendo cosas, pero seguimos siendo poquitos.
Me quedo con la frase de Roser Batlle cogida al vuelo. Dice Roser que el objetivo de la educación es formar ciudadanos competentes capaces de transformar el mundo. Toma ya, eso sí que es una utopía, y de las buenas. Para mí, algo mucho más revolucionario que el fácil discurso de Arcadi Oliveres, que habla antes que ella.
Comida, un buffet muy bueno. Aunque la gente va haciendo colas en círculo sobre la mesa de las viandas, cuando lo que se debería hacer es coger un poquito de lo que quieras y retirarte. ¿O no? . Falta un mediador, un dinamizador, o algo en el comedor.
Luego el II encuentro de comunicación y educación social con viejos y nuevos conocidos presentando sus blogs. Somos 113 ya en edusosfera. 113 educadores escribiendo sobre la profesión. No está nada mal. Un Congreso muy bien organizado.
Veo a Leo Bassi y su catártica utopía.
Y ahora, cena de gala.
A bailar, a bailar, a bailar (¿como patos mareados?).
http://factorialossanchez.blogspot.com