tu vives en pobreza,
libertad y limpieza te mantienen,
los sueños engañosos siempre vienen
mas no quedan jamás en tu cabeza
pides ventura al Dios del alto cielo
aunque no le quitase a los que tienen,
esos ruegos también tu alma sostienen
cual un ángel en vuelo
tus harapos espantan,
reciben del patán alguna queja,
mas sigues pregonando tus manzanas
tu alma y tu corazón también le cantan
al Dios: la moraleja,
que abundancia no son las cosas vanas