foto: sillas calle (Dr R)
-¡Ay! -dijo el ratón-, el mundo se hace cada día más pequeño. Al principio era tan amplio y era feliz de poder ver, al fin, en la lejanía, muros a derecha e izquierda, pero esos muros tan largos comenzaron a cerrarse con tal rapidez, uno detrás de otro, que ya me encuentro en la última habitación, y allí, en el rincón, está la trampa en la que caeré.
-Sólo tienes que cambiar de dirección -dijo el gato, y se lo comió.
Una fábula breve (Kleine Fabel; 1920)