Vi a Carmen Aristegui en el mensaje en relación con su despido, hace tres días, y noté que tiene poco cabello. Hoy veía sus fotografías en las imágenes que la gente utiliza para publicar mensajes: se le ve en diferentes estados de ánimo, con poco maquillaje, y bien vestida sin que sea su ropa lo que llame la atención. Me gusta, y pensé en mi hija.
No quiero que mi hija sea una cosa u otra (profesionista, deportista, cirquera, ama de casa...); no estoy deseando que destaque o consiga el éxito que el mundo diga que es deseable. Quiero que sea ella, y se cumpla a sí misma; que esté satisfecha con la persona que es. Sé que si ocurre, se reflejará en su imagen, y sí: me gustaría que se viera así de bonita; con la mirada honesta y la vitalidad de quien está pensando en algo.
Silvia Parque