En un principio se llamó Cervecerías Hatt. después de la segunda Guerra Mundial cambió su nombre a Kronenbourg y a partir de 1970 comenzó a exportar.
Una cerveza bastante agradable. Puede tomarse sola o acompañando comidas ya que su sabor no es muy fuerte, a pesar de tener 5.5% de alcohol. De precio mediano, la encontré más que aceptable. Quedó anotada entre las recomendables. Si tiene la oportunidad, pruébela - no se va a arrepentir.