Un escritor tiene su primera obra lista para la venta. La publicó por una editorial de autoedición que a su vez la publicó en Amazon.
Hay muchos conocidos suyos en las listas de Amazon y él espera que su libro, al que considera una gran obra, también figure en esas dichosas listas. Lo contrario equivaldría a pasar de incógnito en la jungla amazónica. Se dedica a Twitear y a pedir consejos a los que supone son los que saben, reparte su libro en papel a diestro y siniestro entre muchos blogs para que la novela figure, con la certeza de que todas las opiniones serán favorables. Sin embargo, también existen blogs serios, cuyos administradores si bien no son expertos en crítica literaria, tienen independencia de criterio. Es decir, que no por el hecho de recibir una copia gratuita de la novela, hará una reseña favorable.Uno de esos blogs hace una extensa reseña indicando los puntos favorables y también los negativos, lo cual hace que el autor defienda su obra y el asunto se convierta en una aclaratoria tras otra. Por otro lado, por si fuera poco, el libro no se vende, a nadie le interesa el tema, o quizá al leer la muestra encuentren que la novela no es tan atractiva como para comprarla, mucho menos a un precio que está muy por encima de la media de los superventas independientes.Esta historia se repite una y otra vez con diferentes novelas y autores variopintos. ¿Cuál es el motivo principal para que esto suceda? No saber aceptar críticas constructivas. Pensar que se escribe como los dioses.Creer que es el único que tiene la razón.Sentir que existe una confabulación contra él, pues otros con novelas menos interesantes que la suya están en la cima.Negarse a revisar su obra.Hace un día Amazon me envió un mail en el que decía que en mi libro El legadohabían detectado algunas fallas y que si no las corregía sería retirado de la venta. Eran nueve errores. Tipográficos en su mayoría, como una letra pegada a una palabra anterior, e incongruencia en uno de los casos. De inmediato localicé las palabras y era cierto, allí estaban, habían pasado por múltiples lecturas, la mía, la de mi agente, la del lector editorial, la del corrector de la editorial (fue una novela publicada por Viceversa), una de las más arduas y completas revisiones a las que alguna obra mía fuera sometida y, sin embargo, seguían persistiendo errores. Respondí a Amazon agradeciéndoles por su oportuno aviso, y les pedí disculpas por haber subido una obra con errores que podían haberse evitado. Acabo de revisar la versión en papel y allí están, lo cual me llena de vergüenza. He leído novelas de autores conocidos publicadas por editoriales y también he detectado algunos errores más que nada tipográficos, que el cansancio, el agotamiento de leer vez tras vez los mismo capítulos, la misma historia, hace que se vuelvan invisibles, y si esto sucede con gente que sabe escribir, ¿cómo no ocurriría entre novatos, o escritores que deben hacer todo ellos mismos?Nadie es perfecto, y en literatura mucho menos. Me parece que los que no logran vender es porque algo está fallando con sus libros. Claro, algunos dirán que los suyos están perfectos, como ya dije, y que los que fallan son los lectores, que no saben escoger lo que quieren leer, o que la calidad del lector ha bajado mucho. Pero les recuerdo que en eso también los escritores tenemos responsabilidad. Si escribimos mediocridades, los lectores se acostumbrarán a leer mediocridades.Hay tendencias, modas, más bien, con infinidad de seguidores, como es el caso de las novelas románticas en todos los idiomas, que venden mucho, pero siempre queda un espacio para nosotros, los que escribimos otros géneros, y debemos hacerlo lo mejor que podamos y escuchar las críticas de los que saben.¡Hasta la próxima, amigos!Blanca Miosi