Revista Diario
Una historia sin fin buscando su final
Publicado el 21 septiembre 2018 por Benjamín Amoedo De La GranaCAPÍTULO ANTERIOR......
Ya cuando la noche moría y el pub amenazaba con cerrar note unos brazos en mi espalda, me gire sorprendido Y un poco asustado por el rosto que pudiera encontrarme al darme la vuelta, resultaba ser una chica que conocía, pero que en aquel momento era incapaz de asociar con su nombre, y esto no era culpa del alcohol, me pasa a diario, sea como fuere estuvimos bailando un rato, de todas formas yo me mostraba reticente, a pesar de que no me resultaba incomodo… pero esta es otra de mis muchas peculiaridades, no me gusta tener relaciones cuando bebo, no sabría explicar por que, simplemente tengo la cabeza a otras cosas, no suelo lanzarme a por una chica así por que si, ni si quiera cuando hay insinuaciones, tan solo me suelo mantener al margen, soy un poco apático en ese sentido, me cuesta dar el primer paso y aunque sea la otra persona la que lo de siempre me suelo mostrar algo reticente, lo mio son las palabras, siento que cuando no puedo hablar con alguien, por mínima que sea la conversación, no puedo profundizar mas, primero tengo que establecer unos lazos, una pequeña conversación absurda o ridícula, lo que sea, pero algún tipo de contacto verbal, si este no se produce me encuentro completamente perdido en el ámbito de las relaciones o los rollos de una noche (que dicho sea de paso tampoco son lo mio). Puesto esto sobre la mesa y a sabiendas de las insinuaciones que estaba recibiendo trate de hablar con mi nueva amiga para al menos establecer algún tipo de contacto en caso de que pasara algo esa noche para que al menos pudiera tener algo de consuelo y no tantos remordimientos como suelo tener cuando me dejo llevar por este tipo de impulsos (y se que es estúpido tener remordimientos o sentirme mal cuando las dos personas están dispuestas a hacerlo pero es lo que hay, no estoy echo para los líos de una noche, lo siento, es por eso que trato al menos de tejer una pequeña historia entre medias para después poder sentirme mejor conmigo mismo al haber traicionado mis principios). En fin otra vez yendo por las ramas… pues eso, que trate de establecer una conversación con esta chica, algo que no funciono pues la música era atronadora y ella tampoco se veía demasiado dispuesta a hablar, no es que estuviera exageradamente borracha, pero simple y sencillamente no era el momento de hablar, la gente no va a discotecas abarrotadas con música a tope a entablar conversación, viendo que esto no funcionaba yo me aparte, salí de escena, me fui un poco y los deje a ellos, pero de nuevo mi amigo no hacia mas que mandarme a esta chica una y otra vez, contándole historias mías, en definitiva tratando de liarnos…
por alguna razón que desconozco lo intentó mucho, como si de el dependiera que yo esa noche tuviera una relación sexual, como si me viera por algún motivo especialmente necesitado. Yo personalmente no me sentía incomodo y la chica era guapa de sobra, pero al igual que al principio me aprecio buena idea llego un punto en el que yo me quise desentender por completo de la historia, y en serio le agradezco que intentara jugar en equipo para mi esa noche, pero supongo que a esas alturas yo ya estaba tan confundido que estaba harto, lo que menos necesitaba era otra incógnita en la ecuación al día siguiente en mi confundida cabeza así que simplemente me acerque a él, charlamos un poco y de nuevo, después de despedirme lo mas cariñosamente que pude de ella me fui.
La historia no acaba aquí, por el camino de nuevo me encontré a mi amiga (la que me había invitado a una copa antes), charlamos un poco, le conté a grandes rasgos la película, lo que había pasado, como me habían intentado arrojar a los brazos de una chica tal y cual y que me sentía un poco mal al respecto a pesar de que yo no había echo nada… en fin hablamos un poco y para cerrar la noche pague una ronda de chupitos para los dos, después de los mismos yo ya sentía que era suficiente, la cabeza me daba vueltas, podía andar con normalidad pero me daba cuenta que estaba llegando a un punto peligroso, ademas eran casi las 7 de la mañana, iban siendo horas de ir a casa, así que me despedí de ella y me decidí a irme, no sin antes pasar por el baño (algo que seria un gran error). Cuando estaba meando en uno de los urinarios de pared apoye la cabeza contra la misma mientras meaba por que me costaba mantenerme de pie un poco en esos instantes, de repente el chico que estaba a mi lado hizo el amago de tocarme… bueno ya sabéis.., no creo que deba dar mas pistas sobre lo que me quería tocar, a lo que yo conteste contrariado con un fuerte manotazo, el chico se golpeo la mano con el urinario y se hizo daño, yo me altere un poco de mas y me encare con el (es cierto que no debía haberlo hecho y al igual que dudo de lo que paso al principio de la noche eso lo recuerdo a la perfección, no me confundí ni malinterprete nada, fue lo que paso, quizás mi reacción fue exagerada pero no los hechos), se que lo que hice no tiene excusa y la violencia nunca es la solución, pero venia de una noche bastante confusa en la que dos chicas querían algo conmigo y yo no sabia muy bien el que ni por que, aderezado todo eso con ingentes cantidades de alcohol, ideas y pensamientos confusos, una pelea al inicio de la noche y ahora una nueva trifulca, simplemente no era mi día, lo acepto y admito que reaccione mal pero también creo que merezco una pequeña disculpa por todo lo que llevaba a mis espaldas. El asunto no se quedo solo en un enganchon y unos cuantos gritos, sino que el portero entro a los pocos segundos en el baño, nos separó con violencia y me echaron de ahí después de un par de manotazos forcejeos y golpes por mi parte, pues me negaba a resistirme, cierto es que de todas formas yo me iba a marchar ya, pero no de esa manera, admito que tuve suerte, pues bajo mi estado y mi comportamiento cualquier otro portero me hubiera dado algún que otro golpe, pero al ser conocido decidió simplemente inmovilizarme y no responder a mis provocaciones mientras me lanzaba fuera. Una vez en la calle yo no dije ni hice nada, tan solo, acepte lo que había pasado con normalidad y me fui tranquilamente y con cuidado a mi casa mientras el día ya amanecía bajo los rayos incipientes del sol que se entretejían entre una ligera lluvia.
CONTINUARÁ