Yo creo que una imagen vale más que mil palabras. Aquí los tenéis, a los dos cachorretes de la casa. Aunque tanto uno como otro tienen ya poco de cachorros. Crecen que da gusto y crecen juntos.
La gatita y el nene. Se adoran como podéis ver. Están echando su siesta. Comparten su sueño, sus juegos, y todo. Estoy contenta de que mi hijo pueda compartir tanto con este animal, que es un cielo. A nosotros a veces nos agota, porque es una gatita incansable, y si por la noche se aburre nos llama .... a maullidos. Pero cuando mi peque despierta, la primera en darle los buenos días es ella, y ya no se separa de él.
Así que a pesar de los maullidos nocturnos y los pelos blancos en los sillones, merece la pena tenerla.