Hay veces que la relación entre padres e hijos se torna dificilLuego de una desavenencia de unos meses, mi hija y yo nos reconciliamos con un gran abrazo que nos hizo soltar algunas lágrimas. Justamente a ese momento dedique estos versos que aparte de las menciones recibidas, por haberlos escrito a mi ángel, ocupan un lugar muy especial en mi corazón.Hace tiempo que duermen en una página escondida del blog, por eso hoy decidí darles luz nuevamente.
A mi hija Natalia:
UNA LÁGRIMADesde el preciado momento en que caía embriagado de amor la contemplaba.Y cuando, de tus ojos, se alejaba, de cristales y nácar, se vestía.
Mientras tanto en tu rostro se veía. el plateado hilo que tras si dejabaYa, mareada en vértigo, se asomabaal destino incierto que presentía.Titubeó un instante... y con valentíadio su beso a tu labio que temblaba,y se arrojó al abismo, entregada.
A muy poco de nacer... ya moríaesa lágrima... que por mí corría,pues me oyó decirte...¡Cuánto te amaba!.