Uno aprende mucho de sus sombras.
Supe por ellas que el dolor existe,
supe por ellas que la vida embiste,
mas iba implícito en el camino
del aprender a ser
Así es la vida de las ratas,
así es la vida en las alcantarillas,
errante y oscura al paladar
He mudado mi plumaje de cuervo
innumerables veces
por muertes que me llegaron prematuras
en forma de paredes sin ventanas,
como llega la muerte a aquellos
que se supieron vivos algún día
en mundos extraños
colmados de almendras dulces
Las sombras, de nuevo,
han venido buscando aliento,
han venido a robarle tiempo al tiempo
Sí, ya estan aquí, golpeando la puerta,
recordándome que perdí
mis sueños indomables
en una mala mano