Sin mirar el reloj. Sin prisas. Ella parecia agradecer ese tiempo de intimidad compartida y no se apartó de mi lado. Parecía una niña mayor, sentada junto a su mamá. Nos hicimos algunas fotos y nos dimos los besos que nos debíamos.
Sin mirar el reloj. Sin prisas. Ella parecia agradecer ese tiempo de intimidad compartida y no se apartó de mi lado. Parecía una niña mayor, sentada junto a su mamá. Nos hicimos algunas fotos y nos dimos los besos que nos debíamos.