¿una noche sin luna… o con estrellas para soñar?

Incluso los gatos, de vez en cuando nos da miedo una noche sin luna! En la oscuridad de la noche, la mente juguetea con nosotros y saca a pasear esos viejos fantasmas que todos tenemos dentro! El miedo al abandono, a la soledad, al desamor, se avalanzan en forma de pensamientos y cubren de sombra nuestra falta de claridad! El pasado se cierne sobre nosotros, trayéndonos imagenes mal vividas, momentos de dolor y sueños rotos por las circunstancias. A nosotros los gatos el semblante se nos entristece y nuestros ojos normalmente brillantes y cristalinos pierden su brillo natural, tornándose opacos, como los de la mayoría de seres humanos! Y entonces permanecemos silenciosos con nosotros mismos, lánguidos y tristes, apostados en cualquier tejado, aprovechando el anonimato de la oscuridad…

Los gatos, como los mismos humanos, también tenemos momentos de tristeza y de soledad! Pero algunos gatos hemos sabido ver más allá y admirar en la bóveda celeste de una noche sin luna, cientos, miles de estrellas que brillan igualmente aprovechando la oscuridad! Y en cada una de ellas buscamos y rememoramos un sueño de los miles que tenemos! El tintineo luminoso de las estrellas nos recuerda que esos sueños están bien vivos, aguardando algún día para hacerse realidad. Porque en cualquier noche sin luna no hay sombras, solo estamos esos contados y privilegiados gatos que hemos aprendido a contar estrellas como si cada una fuera un bonito sueño, apunto siempre de ser realidad. La noche estrellada nos enfrenta a nosotros mismos en la soledad de nuestros corazones y nos enseña así a soñar!

Yo cuento estrellas las noches sin luna! Cien, mil, un millón, qué más da… hay tantas estrellas como sueños por conquistar! Y mientras existan éstos, es que me quedan aún 7 vidas de gato para soñar! Hace ya años que mi cielo en una noche sin luna estaba poblado solo de oscuridad… hasta que descubrí que la soledad y la tristeza no estaban allí, encima mío, sino que estaban en mi propio corazón! Había aprendido a soñar, pero nunca pensé que un sueño solo servía para hacerlo realidad! Cuando por casualidad veía uno de mis sueños incumplidos, me entristecía, me sentía sólo y echaba a llorar! Creía que la vida era injusta conmigo y con todos los otros gatos que sabían soñar! Para entonces, no sabía cómo hacer que esos sueños se hicieran realidad para mí y para los que, como yo mismo, habían aprendido a soñar!

Pero tuvieron que pasar muchas noches oscuras en silencio, para que un día me diera cuenta de que, cuando acababa esa larga noche de nostalgia, irremediablemente amanecía, volviendo a salir el sol! Y cuanto más cerca del alba estaba, más oscura y desoladora sentía la noche y la soledad! Así es como aprendí que la vida está hecha de días soleados y de noches oscuras, por igual! Que los unos sin las otras, no podían existir, ni yo las podía disfrutar! Y que todo pasa, viene y va, como la tristeza y la alegría! Solo debía admitir que la vida es cambiante y que nos da en cada momento algo que necesitamos vivir y experimientar! Así, empecé a confiar en la vida -en vez de renegar de ella cuando me traía noches oscuras que me hacían sufrir- y me dí cuenta de que solo debía esperar que al fin volviera a salir el sol que iluminaba mi vida y me hacía sentir feliz!

Y así aprendí a abrir mi corazón a la vida y a confiar en ella! Y una vez abrí mi corazón, llegó el amor que me brindó la siempre privilegiada, inigualable y antes esperada oportunidad de amar! Con ella por fin aprendí a vivir de otra manera, a no juzgar lo que llegaba a mi vida y a querer y a no temer a los demás! Ella logró, de un solo golpe de amor en mi corazón, que entendiera que todos mis sueños pueden algún día hacerse realidad! Mi vida entonces se llenó de color, porque aprendí a mirar la vida con mi corazón y no solo con mis ojos! E incluso fui capaz de saber que, incluso en la noche más oscura del Alma hay miles de estrellas que mirar para rememorar todos esos sueños que, por fin, supe que se podían hacer realidad! Y me sentí parte de un precioso Universo poblado de miles de sueños para compartir con los demás! Y es que mi corazón bien abierto por el amor era capaz de eso y de mucho más! Aprendí también que, viera o no la luna en una noche oscura, ella estaba siempre ahí, regalándome su invisible energía, como lo hace hoy mi amor, a pesar de la distancia y del silencio! Y es que lo esencial de la vida quizás es invisible a los ojos, pero está siempre ahí, por eso necesitaba mi corazón de gato bien abierto para ver, sentir y vivir lo que siempre había soñado para mi vida, que con ella descubrí!

Así, en una noche de luna nueva como hoy, mi corazón verá y sentirá amor por todo eso esencial que hay hoy en mi vida, todo eso que nadie me puede quitar y que durará para siempre! Ya no tengo miedo a la soledad, ni a la oscuridad de una noche sin luna, porque ella igualmente irradiará esa energía que remueve cada noche mi corazón! Y en él resonarán momentos de felicidad compartidos y otros muchos más que quedan aún por compartir; convertirá las ausencias en presencias eternas que siempre desearé recordar; dará por fin luz a mis sueños… y me invitará a hacerlos realidad! Y en cada estrella que mi corazón vea en el firmamento, seré capaz de reencontrarme con todas esas personas que conformaron y conforman hoy mi vida, estén o no ya junto a mí! Y desearé volvérmelas a encontrar en mi corazón, donde ya están… y por siempre estarán, aunque sea en forma de estrellas que me iluminarán! En esta luna nueva de hoy, sentiré profundamente mi amor por ella como cada noche y en cada una de las miles de estrellas que me iluminarán veré también ese gran sueño de gato compartido de paz, amor y felicidad, ya convertido en realidad!

¿Hay algo más bello que compartir el silencio cómplice del amor con quien amas, en una fugaz noche sin luna pero con miles de estrellas para soñar?

VN:R_U [1.9.10_1130]