Una novela y un club de lectura

Publicado el 05 septiembre 2012 por Mamenod

Desde que comenté que he escrito una novela, muchos de mis amigos me han preguntado con curiosidad sobre el tema. Diría yo que puedo imaginarme incluso, en algunos casos, las sonrisas cariñosas de algunas caras pensando en preguntarme sobre el lío en el que me he metido ahora.“La culpa” de todo la tienen mis amigas del club de lectura. Tengo que agradecerles una fe ciega en mi inquietud por la literatura que les hace empujarme a embarcarme en alguna que otra aventura. “Tienes que escribir algo más largo”, me decían en cada reunión. “¿Tú te imaginas que alguna vez comentáramos una novela tuya?”, me pinchaba la diablillo del grupo.Así que un día, una que hace las cosas sin encomendarse a nada ni a nadie, me senté a escribir una historia.La verdad es que era algo que ya me rondaba por la cabeza desde hacía un tiempo. Ahora que mi “paro” me parece más permanente que nunca, me estoy empezando a plantear participar en todos los certámenes literarios que aparezcan por la red, siempre que no suenen a timo o que lleven implícito un premio económico. Y como los premios más jugosos son obviamente para las novelas, pues me dije, allá voy.A partir de ahí, la principal dificultad fue imaginar una historia que pudiera tener interés suficiente para ganar un certamen, conjugar los ingredientes mágicos necesarios para elaborar una poción que de alguna manera supusiera un toquecito al sentimiento, algo que emocionara y sobre todo que enganchara al lector y sobre todo a los miembros de un jurado literario. Así surgió una historia con una trama central basada en el amor y en la solidaridad, a partir de la que se cuentan las historias de una serie de mujeres, estereotipos de muchas que podemos encontrarnos a la vuelta de cualquier esquina y con la que mis lectoras se iban identificando a medida que las conocían.Sí, porque tengo que decir que la novela ya ha tenido lectoras. Y eso ha sido lo mejor de todo. A medida que la escribía, mis hermanas y dos amigas iban recibiendo los folios, a veces de diez en diez, para que me dieran una primera opinión y me pasaran la primera criba. Y luego, en forma de fuegos artificiales y fiesta por todo lo alto, mi club de lectura dedicó una de sus reuniones a hacer la crítica, sencilla, con matices, como hemos hecho hasta ahora con libros de autoras como María Dueñas o Julia Navarro, pero esta vez le tocaba a mi humilde persona.Tengo que decir que sólo por esa tarde, merece la pena haberme metido en esta aventura. Da igual que nadie más la lea o que todo se diluya en la mentira de este mundillo cerrado en el que sólo un grupito publica. Aquella tarde tuve la enorme suerte de sentirme por primera vez escritora.Se analizaron los personajes, se comentaron los paisajes…hubo alguien que confesó haber llorado de emoción y a mí me envolvió una sensación de magia que todavía me enternece. “¿Y creéis que ella ralmente pensaba…?”, preguntaba una de mis amigas. “Bueno, dilo tú que eres la que lo ha escrito. Es que a mí no me había pasado nunca esto de tener al lado a la autora del libro”, decía nuevamente, cuando pensaba que esta vez no había que hacer elucubraciones sobre el porqué de las reacciones y los pensamientos de un personaje.Y yo me reía con aquellas sensaciones nuevas, con aquel ambiente festivo que de alguna manera me hizo sentir sin publicidad ni editorial de renombre,  una autora de éxito.Y ahí estamos. No puedo desvelaros mucho de la trama ni del título porque los certámenes literarios a los que me estoy presentando son bastante estrictos con el significado de “inédito”, pero tened por seguro que pasados unos meses, cuando el tiempo me ponga en mi sitio y los premios no lleguen, la dejaré por aquí para que podáis leerla.Un beso a todos y gracias por el interés.