El campesino y el burro:
Un día, el burro de un campesino se cayo de un pozo.
El animal lloro potentemente durante horas, mientras su dueño trataba de buscar una solución.
Finalmente el campesino, al no saber como sacarlo de ese terrible y profundo pozo, desistió. Pensó que realmente no valía la pena hacer un esfuerzo por sacarlo porque ya estaba viejo y no le servia tanto; ademas, seguramente el animal se habría quebrado y menos le iba a servir.
Como el pozo ya no le era útil porque estaba seco, llamo a unos vecinos para que lo ayudaran a taparlo. Cada uno tomo una pala y empezaron a tirar tierra para rellenarlo, y también para olvidarse del burro.
Como el animal se dio cuenta de lo que estaba pasando, comenzó a llorar mas desesperadamente, pero luego, para sorpresa de todos, se calmo después que recibió sobre su lomo unas cuantas paladas de tierra.
Al campesino le llamo mucho la atención que el animal no llorara más y quedo paralizado, sintiendo culpa en su interior. Se acerco lentamente para mirar el fondo del pozo y se sorprendió de lo que vio. Con cada palada de tierra, el burro estaba haciendo algo increíble: se sacudía y daba un paso encima de la tierra.
Muy pronto todos los vecinos vieron como el burro fue subiendo hasta llegar a la boca del pozo.
Allí, de un salto paso por encima del borde y salio trotando por el campo, disfrutando de la libertad, de la vida que merecía vivir aunque fuera un burro ya viejo para su dueño.
La vida siempre va a tirarte tierra, todo tipo de tierra. El truco para salir del pozo es sacudírsela y usarla para dar pasos hacia arriba. Cada uno de nuestros problemas, disgustos, tragedias son escalones que nos ayudan a crecer.
Podemos salir de los más profundos huecos si no nos damos por vencidos. oportunidad vivir
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