Fue algo improvisado y se corrió la voz por la redes sociales "decirle adiós a Manolo Preciado en el Molinón a las 20:00 horas". Nadie se lo pensó dos veces y comenzaron a formar colas creando un altar de recuerdos, regalos, ofrendas para despedir a un amigo, a una persona muy querida.
Os pongo solo una pequeña muestra de los recuerdos de tantas personas, exjugadores, aficionados, niños y jóvenes, adultos, todos lloraban y aplaudían al recordar a Preciado, aunque aún no fueramos capaces de asimilar su adíós definitivo.