Una rosa para ti
es el premio que esta noche,
deposito en tu ventana
con mi mano más bien torpe.
Una mano encallecida
de trabajos y sudores,
en un cuerpo envejecido
de un ocaso que se pone.
Hay violetas y recuerdos,
hay suspiros con acordes,
y una brisa va a tus sienes
con susurros muy salobres.
Porque siempre está el salitre
muy presente en las canciones,
y en los versos y poemas
que despuntan con las flores.
Una rosa para ti
y en tu pelo te la pones,
como muestra del cariño
de este pecho que la coge.
Son sus pétalos la vida
y caricias sus colores,
y su espina es un misterio
que ha rasgado corazones.
Yo te miro y te remiro
y te veo como un hombre,
que precisa tu mirada
y la voz que allí se esconde.
Esa voz en tus pupilas
es un verso y un acorde,
una dulce melodía
y un regalo de los dioses.
"...Una rosa para ti
bella niña, y no te cortes,
pues yo quiero que esa rosa
sea tuya con mi nombre..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/01/14