Cuando era niña no me daba cuenta de las grandes cosas que la vida te da, de las pequeñas cosas que aunque sean mínimas son muy grandiosas, la relación con mi padre era muy equis siempre de niña deseaba que el fuera diferente pero jamás lo comprendía porque no sabía por lo que pasaba, creo que a medida de lo que e crecido solo me doy cuenta que no es demasiado tarde para dar una segunda oportunidad, un día te das cuenta que el tiempo pasa y tú padre no es el mismo de antes que quisieras regresar el tiempo y hacer las cosas bien, portarse bien y solo ser una buena hija sin embargo ahora solo me queda valorar el tiempo.
Un día por la mañana en urgencias y escuchar a al doctor que solo tiene una hora para reaccionar.....te pones a pensar en todo lo bueno y malo que a pasado y pedirle a Dios una segunda oportunidad.
Ahora solo me queda enfrentar lo que venga y aprovechar la segunda oportunidad que me están dando con mi padre.