Estamos inmersos en una nueva semana, de hecho una semana que denominamos Semana Santa! Y es que en esta semana conmemoramos la muerte y resurrección de Jesucristo, hace unos 2.000 años. Pero, aparte de las celebraciones meramente religiosas, es un buen momento para reflexionar sobre su profundo, trascendente y esencial sentido y verdadero significado…
Como suele pasar, con el tiempo demasiadas veces perdemos el verdadero significado de las metáforas de la vida o bien confundimos éstas con la realidad! Independientemente del significado bíblico de estas fechas especiales, bajo ellas existe la invitación a reflexionar sobre la divinidad hecha hombre en cada uno de nosotros y muy especialmente en la muerte necesaria para renacer a una nueva vida! Morir a lo que siempre habíamos sido… para renacer a un nuevo ser más consciente y auténtico! Y es que todos nosotros hemos vivido un personaje creado a imagen y semejanza de la sociedad… aunque ello supusiera la renuncia a lo que en realidad somos, al ser auténtico que habita en nuestro interior!
Seguramente, como relatan las escrituras de la Biblia, ese tránsito hacia la muerte entraña dolor y sufrimiento, pues eso es precisamente lo que abre nuestro corazón lo suficiente como para iniciar una nueva vida, en la que ya no vemos con los ojos lo que nos rodea, sino que ya hemos aprendido a ver todo desde el propio corazón! Es entonces cuando la vida cobra verdadero sentido, cuando la felicidad no significa otra cosa que ser, pensar, sentir y vivir lo que cada uno de nosotros guarda desde siempre en su interior! Para ello debemos des-educarnos, perder el miedo a ser tal como somos y atrevernos a compartirlo con los demás y con todo lo que nos rodea… pues ese es el verdadero sentido que tiene nuestra corta estancia aquí en este mundo!
La muerte, si la interpretamos con el corazón, no es una pérdida ni un abandono, sino el tránsito hacia una nueva vida… es la liberación!
Seguirá…