No podemos dejar que la brocha se convierta en tirana cada mañana y la base de maquillaje en nuestro secreto más vergonzoso e inconfesable. Tenemos que lograr la seguridad que da tener una piel cuidada, maravillosa y libre de máscaras.
Haciendo cada día pequeños esfuerzos, estará en nuestras manos destruir el tándem “colorete y yo”, que no siempre es deseable.
Para obsequiar a tu piel con los cuidados que más le van a ilusionar, primero tienes que conocerla. ¿Cuál es tu tipo de piel? ¿Piel Seca? ¿Normal? ¿Grasa? Empezando por ahí darás en el clavo en todos los pasos a seguir para lucir una piel radiante, natural, luminosa y cuidada. Conocerla, cuidarla y mimarla.
El posterior divorcio del maquillaje, estará en tus manos siempre que así lo desees.
Conocer tu piel
La piel seca presenta un aspecto apagado, a menudo débil. Es una piel fina, casi transparente y los poros son inapreciables. El tacto de una piel seca suele ser árido y áspero como una roca, al igual que su color, la mayoría de las veces grisáceo. En un frutero, sería una manzana.
Una piel normal, presenta un aspecto terso y sano. Los poros se ven, pero no porque estén dilatados. Tiene la suerte de que los demás la vean uniforme y sonrosada, y tocarla es un placer por su tacto suave y aterciopelado. Si la comparáramos con una fruta sería un melocotón.
La piel grasa siempre brilla. Las impurezas acumuladas hacen que sea más gruesa y los poros suelen ser casi tan visibles como un lunar. El tacto es pegajoso y húmedo. Es el tipo de piel que más proactividad requiere para llegar a lucir un aspecto sano.
Cuidarla
Manzana, melocotón…sea cual sea el aspecto de tu cutis, tienes que cuidarlo con esmero a diario:
• Desmaquillar ojos y labios con un producto especial.
• Limpiar y/o desmaquillar la piel de rostro, cuello y escote.
• Tonificar con una loción suave. Puede efectuarse con la ayuda de un algodón o con spray.
• Por la mañana, aplicar crema de día protectora con la yema de los dedos por rostro, cuello y escote.
• Por la noche, según la edad y las condiciones, la piel requerirá un tratamiento que supla las carencias que normalmente sufre.
Mimarla
Si además de los cuidados básicos, dedicas a tu piel mimos y tiempo extra conseguirás maquillarla de belleza natural, la más deseada:
• Una vez por semana y sobre una piel desmaquillada, preferiblemente por la noche, realizar un cepillado con la ayuda de una brocha suave y una mousse para limpiar y estimular la piel del rostro, cuello y escote. Hay que aclarar con abundante agua, especialmente si tu piel es seca y sensible.
• Siempre que la piel presente asperezas, descamación o irritaciones, hay que efectuar un peeling. Otra opción es realizar un tratamiento en algún salón de belleza y bajo el diagnóstico de un esteticista o profesional del tema.
• Por lo menos una vez por semana y obligatoriamente siempre que hayamos efectuado un peeling, hay que aplicar una mascarilla adaptada al tipo de piel en cantidad abundante, por rostro, cuello y escote.
• Cuando nuestra piel esté expuesta al aire libre tanto en nieve como playa, proteger la piel con algún producto que contenga filtro solar.