La tarde tenía miedo
ella también
olor a sangre salía de las almas
y los silencios se escondían en los cementerios
las esperanzas volaban en aviones rumbo al mar,
se miró al espejo
lo vio a él en su tristeza
se escondió del espejo
esa ya no era ella
ese ya no era él
soñaba despierta , creía en la vuelta
elevaba su alma para otear el mundo
buscaba risas y deseos
buscaba entre preguntas sin respuestas,
estaba hermosa
se acomodó el pelo
se ató el pañuelo blanco
y con los puños sangrando de rabia
caminó hasta la plaza como todos los jueves
donde lucesitas de esperanza
daban vueltas ya
a la pirámide.