cierro los ojos, quieto sobre la gramillasolo por respirar el cálido perfumeque desinteresada dejaste volar;cierro mis ojos para volar yo tambiénen esa actitud fresca, pura y agradablese llena de dulzor mi boca, y se escapaun insonoro aire que resulta un suspiro;en derredor pasaba el mundo, presentía mi interior los frutos maduros caíandel huerto del amor; se iba la ardiente tardecomo una ola buena que vuelve a su hogarpodría preguntarme acaso: ¿soy feliz?mas solamente puedo sentir en mi almacomo canta sublime tu leve perfume