Una vez tuve un blog en el que contar cuentos

Sentaros conmigo y vamos a tomarnos un cocktelito...
Ayer le pegué un repaso al blog. En 2008 cuando entré a postear y a descubrir este mundo, me lo pasé en grande.  Descubrí gente maravillosa, Raúl, Manu, Miguelón Baquero, Severino el sordo, Zayi, Luis, Virgi, Camille Stein,  Mita, Fernando, Gemma, Nan, a un tal Glup…  (la mayoría cerraron sus espacios hoy). Y luego me dio un sustito la vida y lo cerré, se perdió en el limbo de la cibernáutica. Entonces era Eva de luciérnagas y Zarzamora y tenía un avatar con una brujita que cargaba libros en los brazos, luego fue el avatar de la Divina, después el de Mary Poppins para terminar con una imagen del mexicano Brian Viveros que me mandaron de México.Al pegarle el repaso me dije que mi blog no tenía temática alguna, ni hilo conductor. Que fui plasmando en él lo que me ha pasado por la cabeza, es como una ensalada de esas en las que he metido de todo, le he puesto salsa o condimento, o no la he aderezado,  según los días.No soy escritora, ni lo he pretendido, sólo he dejado risas, algún perdido recuerdo, algún desamor, y algo de vitalidad aun cuando ni me salía la sonrisa. Me ha gustado siempre experimentar y probarlo todo, micros, poemas, ensayos, prosa poética, algo de cine, libros, citas y la fotografía que es una de mis pasiones.No es fácil exponerse en un blog, mucha gente entrará y pensará vaya mierda, otros que estás de un decadente infame o de una sensiblería infantil. Otros espiarán hasta tus puntos y aparte, o te darán ánimos cuando lo que menos necesitas es que se apiaden de ti.A veces cuando nos abrimos en canal como en un morphing, y nos desnudamos por entero abriéndole la página a lo íntimo, me ruborizo yo sola desde el otro lado del cristal. Tal vez porque me hayan educado a la antigua, a no dejar que aflore ningún sentimiento, a ser dura y a no dejar que te puedan herir. El blog en esos casos me ha servido para superar esa timidez y esa dureza. Tras el cristal uno se envalentona y hace cosas que no se permitiría en la grisácea realidad en la que hay que cargar con toneladas de responsabilidades. Hice cosas divertidas y atrevidas, otras de las que no me siento orgullosa, pero tampoco me culpabilizo por ello. Si me perdonan bien, y si no también.Cuando te pasas el día con gente encamisada y engominada, y enchaquetados y acorbatados de los pies a la cabeza, y con mujeres que creen que  son todo glamour y seso, (y que en realidad son un mojo de ajo reseco y que sólo necesitan que les digan lo guapas que son y lo estupendas que están por falta de autoestima), entras aquí y despatarras las ideas, sueñas y viajas, y las palabras se alborotan, gimen y las dejas, al menos a ellas en libertad…Hace mucho que sólo me miro al espejo...casi sin verme. Hubo una época en la que me gustaba-gustar y me obsequiaba con cierta frecuencia unos minutos de precario narcisismo y autoengaño... pero ya no, ya no... hace meses que el espejo dejó de ser cómplice y ahora me muestra tal y como estoy...el jodido ha aprendido a reflejar por rayos X.¿Por qué escribo todo esto? Porque ya voy por las 800 entradas, y me prometí a mí misma que al llegar a las mil abandonaría este cuento y todas las cosas que contaros.