Me detuve al llegar a la plazuela del pueblo que a esa hora se encontraba solitaria como casi siempre, ni una alma, ni una señal de vida se percibía, la obscuridad era el factor común por doquier, solo sobresalía el kiosco iluminado por la débil luz de un pequeño y solitario farol, todos los demás de faroles de la plaza, alrededor de 15 se encontraban apagados, unos habían sido rotos por la gente y a los otros probablemente se le habría fundido el foco. La obscuridad no me da miedo ,pero la combinación de un silencio absoluto y la obscuridad total hacia que de repente se me erizara el cabello , en ese silencio, el rechinido provocado por la suela de mis zapatos al rozar con el empedrado se oía como un estruendo y debido a la acústica del lugar se oía como si alguien en el extremo opuesto caminara , antes de atravesar la plazuela me detuve completamente para comprobar que no era así ,justo en ese momento muy a lo lejos empezaron a ladrar los perros ,rápidamente la comunicación canina se propago de tal manera que en unos segundos los perros que se encontraban cerca de mi empezaron a ladrar ,su ladrido era acompañado de un golpeteo rítmico como de tacones, signo inequívoco pasos , conforme se acercaba el golpeteo los perros callaban, cerca del umbral claro obscuro de los limites de iluminación del farol el golpeteo se materializo y una silueta obscura se dibujo , haciendo caso omiso de mi presencia la figura mantuvo su garboso y elegante paso ,su perfil y su silueta presumiblemente dejaba ver que era una mujer hermosa , ataviada a la antigua usanza, con vestido largo ampón, de flores bordadas con colores claros y con encaje , en la parte superior llevaba un rebozo no sé si de color azul obscuro o negro con vivos blancos, el cual solo dejaba ver su hermosa cara y una parte que sobresalía de sus bien tejidas trenzas , cuando la mujer paso por el farol y la pude ver bien me di cuenta que no pertenecía aquel lugar , vi que todo a su alrededor daba la impresión de ser diferente, su vestimenta definitivamente era de otra época, el quiosco el empedrado, aquella banca que no recordaba haber visto antes, incluso la luz del farol me pareció distinta a la de un foco , sentí la sensación de que alguien observaba a la mujer desde el quiosco aunque no vi a nadie , en menos de cinco segundos recorrió los más de diez metros que alcanzaba a iluminar el farol , poco después de que entro de nuevo a la obscuridad deje de oír los pasos , por un momento me pareció que la mujer levitaba a unos centímetros del suelo, poco a poco su silueta se fue confundiendo con la obscuridad hasta desaparecer completamente , los perros a mi alrededor comenzaron a ladrar de nuevo y de nuevo volvió el silencio, estuve tentado en seguirla pero mi imaginación hizo que sintiera escalofrió y miedo, me acerque despacio al farol que iluminaba al quiosco y estaba normal con foco, el quisco vacio y no había ninguna banca, después de eso ya calmado camine hacia donde la mujer y no vi nada, entonces para tranquilizarme pensé que solo la había imaginado.