Y lloviste en mí...
y la lluvia
como tormenta,
y tromba de agua fresca,
barrió tus pasos,
bendijo mi huída.
Pocas veces ganamos, es más, las más de las veces, perdemos.
En eso consiste el pulso, el golpe, ese Nocaut.
Hasta levantarnos,
aun viendo las gotas de sangre
perleando
nuestro rostro,
y las mañanas...
Y
sólo nos queda,
levantar el brazo,
para que otros recojan
el triunfo.
O dejar el cuerpo tirado como un trapo,
en el cuadrilátero,
y sucumbir,
uniéndonos al K.O.
¿Y por qué no?
¿Sois /son capaces de alimentarme otra razón?
Mientras tanto que tal si nos alimentamos de tendresa... de ternura...
Aquí os dejo el mensaje bailando entre la música de unos versos y las teclas perdidas de un piano, tras un día más de esos entre los cuales morimos y suspiramos, pero en los cuales encontramos el halo de una arritmia que nos hace seguir latiendo.
;-)
Tendresa