Hoy es día uno. Primero.
Primer día de la semana, primer día del mes, primer día del resto de una vida.
El número uno tiene un simbolismo especial, un aura mágica de comienzo y de unidad, de primogenia y de unicidad...
Mi hijo, el primero y el único, cumple un año esta semana que comienza hoy con un uno, y eso me hace reflexionar sobre lo irrepetible de los hechos y los seres. El primer año de la vida de este pequeño 'individuo individual' ya nunca volverá. Ha pasado un año, tan rápido que casi no me he dado cuenta de que pasaban los días uno a uno.
Un año en el que he ido adquiriendo la constancia de que ya nunca volveré a ser una, sola, que pasaré mucho tiempo sin conjugarme en singular. Da un poco de vértigo, sí, pero también me hace inmensamente feliz.