Unplugged (por Isa)

"¡No te enteras de ná!", acaba de decirme una amiga y la verdad es que tiene razón. Voy por la vida ajena a los grandes acontecimientos mediáticos, a los personajes creados por la caja tonta que todo el mundo conoce, al juego más vendido en navidades, al programa más visto, al último grito en tecnología... menos mal que estoy en el Feisbuk si no empezaría a plantearme que estoy 'realmente fuera de la realidad'.
El sentimiento de enajenación social me sobreviene a menudo, y no sólo con esos partidos de fútbol que paralizan el país y a mi me pillan de improviso y sin conocimiento de ello... la última vez, ha sido esta misma mañana, cuando alguien me ha mencionado a Tamara Falcó y he preguntado que quién era esa señora... La cara de estupefacción de mi interlocutora ha sido su primera respuesta... Hasta hace un rato seguía sin saber quién era la ilustre, pero ya me han sacado de dudas. Por si alguien anda sumido en el desconocimiento y eso le atormenta os diré que es la hija de la primera mujer de Julio Iglesias, el cantante, aunque aún no he conseguido saber de dónde sale el apellido...
Y es que siempre que digo no conocer a alguno de los personajes del mundillo del corazón (rosa o deportivo, que pa los efectos viene a ser lo mismo) se me alternan las reacciones de incredulidad, suficiencia, y fastidio... algunos hasta se piensan que miento para hacerme la intelectual (¿intelectual yo? ¡si hace meses que no me acabo un libro!)... pero es que es cierto que no les pongo cara a ninguno de los participantes de las últimas doce ediciones de Gran Hermano, ni al entrenador del Real Madrid, ni al presentador de moda... Eh, ojo, y que conste que sí tengo tele... que estoy viendo que si sigo con la confesión alguien me denuncia por inculta y repelente.
Hay gente que aún me recuerda aquella vez que confundí a un periodista de la Cope con un actor porno... ¡yo que culpa tengo si se llaman casi igual! Pero, lo cierto es que no me considero una persona despistada. Vamos, no mucho... lo que pasa que tengo un déficit patológico de atención sobre todo lo que no me interesa. Puedo verme un telediario entero (y de hecho suelo hacerlo) y no ser capaz de retener ninguna de las noticias de la subsección de Deportes. Hago zapping selectivo, veo series, pelis y documentales, rara vez me trago algún anuncio (y eso que valoro profundamente la publicidad como arte creativo contemporáneo), y esquivo todos los programas en los que se supera un nivel de decibelios acorde al mantenimiento de mi salud mental... y claro, así ando, empanada perdida...
Ya me lo dicen mis seres queridos: "es que si desconectas es imposible que te enteres"... pero así soy yo, una desconectada de la vida.