Excelente recopilatorio, muy personal, con canciones y arias capaces de poner los pelos de punta y emocionarse hasta soltar alguna lagrimilla.
Temas, sobre todo de Puccini, Schubert, Strauss o Haendel en un corto pero intenso trabajo basado en la belleza de la voz humana y con la presencia de artistas como Kiri Te Kanawe, Leontyne Price o Andrea Bocelli.
Este es el segundo disco de Ethereoland tras el primer recopilatorio más moderno pero tan lleno de belleza como éste.