Y os tengo que confesar que, de primeras, todas estas movilizaciones generales supuestamente altruistas y humanitarias no me conmueven en absoluto. Ni las personas que piden que compartamos una foto en facebook para que haya princesas Disney calvas, ni ponerme lazos y floripondios en el perfil, ni darle la vuelta a mis fotos. Llamadme mala persona, pero creo que hay mil formas mucho más eficaces de ayudar y dar nuestro apoyo. ¿Cuántas de las personas que se pusieron un lazo rosa en el avatar han ayudado alguna vez a alguien que lo necesitase de forma altruista? Me refiero a dinero real, a esfuerzo real, a algo que cueste más que un par de clicks con el ratón. Me parece muy fácil hacer gala de nuestra generosidad online, pero yo te creeré generoso cuando el lacito rosa lo lleves en la solapa, majo. No en Tuenti.
Yo no me cambio el avatar, como os decía, para este tipo de causas (generalmente) perdidas. Aunque respeto a las personas optimistas, por así decirlo, que sí lo hacen. Pero yo lloro por las personas que quiero, sufro con mis seres cercanos que sufren e intento poner mi granito de arena de forma que sepa con seguridad que les estoy ayudando. Y os voy a decir otra cosa: si cuando yo muera me toca hacerlo con algún sueño sin cumplir, no quiero hashtags ni páginas en Facebook de gente desconocida que jamás movió un dedo por mí hasta que estiré la pata. Si de verdad queréis conmoverme, ayudarme, hacerme feliz, hacedlo ahora que puedo verlo y sentirlo.
Aun así, si la historia de Nacho es verdadera y habéis sido vosotros, sus padres, los que comenzasteis la petición del concierto de Bruce Springsteen, por si acaso esta noche no lográis vuestro objetivo permitidme dedicaros una canción yo a vosotros. Porque al final sois vosotros los que os quedáis y sufrís y necesitáis ayuda y apoyo, y no Nacho. Un besazo de parte de una desconocida.