Va por ustedes...

Este mes de reencuentros en el que espero poder ver por fin a mi amiga Teresa, en el que pediré con todas mis fuerzas para 2011 conocer personalmente a mi íntima (y casi hermana) Jana, y saludar en primavera a la simpatiquísima face-amiga Concha; en el que me he reído mucho tomando un café con mis antiguas compañeras de colegio, Pilar y Lola... ha comenzado realmente bien. Ojalá continúe compartiendo momentos y recuerdos pues, en definitiva, eso es lo que nos hace felices: las relaciones -positivas- con los demás.
El pasado día 3 tuve la suerte de cenar en el restaurante de la que se ha descubierto para mí como una amiga incondicional: Carmen R.G., la dueña de El Marino, en Triana. Compartí mesa y mantel con otro gran hallazgo como persona: Javier B., y me senté al lado de quien siempre prefiero: Juanjo Rey, mi marido y, ahora también, mecenas.
Tenía razón Carmen cuando presumía de su pescado: recomendable todo lo que probamos, desde los boquerones fritos hasta los postres con los que nos obsequió, pasando por ese atún rojo y ese solomillo en su justo punto y hechura, todo ello gracias al alma mater del lugar: su marido Nicolás. Cenamos con un Ribera de Duero decantado por Javier, el hombre que un día sólo fuera el compañero de clase de mi hermano Alfonso y ahora es alguien con quien sabemos que podemos contar y con quien, además, queremos contar. Que ahí es nada.
Si pasáis por el Barrio de San Jacinto y os topáis con la calle Peñaflor, no dejéis de visitar el local. Y no os dejéis "engañar" por la zona de bar: justo enfrente está su salón, para disfrute del paladar más exigente.
Este próximo viernes de nuevo se me presenta la ocasión de cenar con buenos amigos. En esta ocasión además, socios. Brindaremos por el buen futuro de todas las empresas que, como la nuestra, resisten a duras penas y luchan por sobrevivir a esta fatídica crisis. Que siempre haya un motivo por el que levantar nuestras copas.
Que siempre haya Amigos. "Va por ustedes".