Revista Diario

Vacaciones escolares, o lo que es lo mismo, el caos

Publicado el 28 marzo 2012 por Belen
Mañana nuestros hijos saldrán por las puertas del cole para no volver en la friolera de diez días. Vacaciones de Pascua, como a mi me gusta llamarlas. De esos  días, la gran mayoría de padres y madres solo dispondrán de dos días festivos, más los fines de semana correspondientes. Lo cual deja cuatro díitas donde nos deberemos apañar como buenamente podamos.
Vacaciones escolares, o lo que es lo mismo, el caos
Opciones para superar este momento:
- Vacaciones pa-maternas. No queda otra, habrá que gastar días libres, para poder hacerse cargo de la situación. Pero sin olvidar que el verano es muy largo, y ahí sí que tenemos un serio problema.
- Abuelos. Quien pueda o tenga tiene la opción de recurrir o abusar (según se mire) de los benditos abuelos.
- Campamentos urbanos, cursillos de vacaciones. También está la opción, muy extendida a estas alturas, de recurrir a los cursillos o campamento que se hacen estos días. Los niños no disfrutan de sus vacaciones, siguen madrugando pero es una solución. Por norma general los peques lo pasan bien.
¿Qué hacer?, ahí tenemos el dilema, porque el año es muy largo y solo estamos en marzo. Tenemos por delante el verano, las navidades, los días que se ponen malitos. Hay que hilar muy fino para poder encajar bien las piezas del puzzle sin volvernos locos.
Cuando llegan estas fechas conflictivas me doy cuenta de la falta de conciliación de este país. Por ejemplo, el lunes día 9 en la Comunidad de Madrid, no es festivo. Sí lo es por ejemplo en comunidades como la Valenciana, Cataluña, entre otras. Pero hemos "adoptado" su festividad. ¿A quién beneficia? Lo desconozco, o mejor dicho, prefiero no pensar mucho en ello.
Y es que recurrir a los abuelos no es conciliar. Quedarnos sin vacaciones no es conciliar. Hacer que los niños sigan con un horario escolar en esos días libres no es conciliar.
En mi caso lo tengo más sencillo, mi trabajo me permite poder ocuparme de mi hijo, a costa de recuperar horas por la noche, cuando su padre llegue a casa o en los ratos donde él descanse o juegue. Pero no todas las familias tienen esa suerte.
Al final las vacaciones se convierten en un tetris donde cada uno encaja las piezas como buenamente puede. ¿Y vosotros?, ¿cómo os las vais a apañar?.

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