Vacaciones forzosas obligan a detenerse

"La vida es lo que ocurre, mientras hacemos otros planes" John Lennon
Esta cita ya la he utilizado anteriormente en este diario que con tanto cariño escribimos, pero tengo que repetirla porque se ajusta perfectamente a la existencia de la que escribe por ahora, hasta que nuestra chica con SD lo haga en primera persona.
Muchos proyectos para Julio que quedaron aparacados el 5 de Julio, dia que me vi obligada a tomarme unas "vacaciones forzosas" en el Hospital Universitario de Fuenlabrada, donde he recibido un trato excepcional por parte de todo el personal, desde cocina, auxiliares de enfermeria, celadores, enfermeros, medicos, etc.
¿Motivo? una Meningitis Linfocitaria asociada a Neuroborreliosis, que  explicado de forma mas facil de entender, una meningitis provocada por una picadura de garrapata o similar. Afortunadamente todo ha evolucionado estupendamente y ya estoy despues de 20 dias, en casa, recuperandome y deseando retomar esos planes iniciales que tanto echaba de menos.
Y tambien he conocido a gente que forma parte de ese club del que somos socios, el de padres que nunca se rinden ante las dificultades de sus hijos. Para sorpresa mia, la doctora especialista de neurologia ¡tiene un niño con SD!. Un preciioso crio que no para nada de 6 años llamado Juan. En el momento que intercambiamos esta informacion, casi casulamente se establecio un nexo que ha traspasado el sinple dialogo medico-paciente.
Y mi compañera de habitacion, un beso Pilar hasta el Hospital de Villa del Prado donde te vas a recuperar casi al 100% . Ella  fue mama de un niño con un cromosoma de mas. Y ha conocido la parte mas tragica de las complicaciones de nuestros hijos. Una cardiopatia congenita se  llevo a Sergio en 1999 con solo 3 años de edad.
Os dejo como el que vuelve de unas vacaciones, algunas fotos de estos dias. Recibi muchas visitas (gracias a todos), incluso la de las peques.
 Con Esperanza, que trabaja en este Hospital, en la planta 3 B.
 Teresa, Reyes y el primo Iker. Teresa, que levanto mi animo con su presencia, cuando este ya empezaba a decaer.