Jugar con nuestro cachorro, o perro adulto, es una de las actividades más placenteras y que mayor vínculo afectivo crean en nuestra relación con ellos. El juego es muy importante para el desarrollo de nuestro cachorro y es la mejor herramienta que podemos utilizar y aprovechar para educarlo.
Mediante distintas prácticas de juego podemos enseñar a nuestro cachorro las principales órdenes que debe saber cumplir, como por ejemplo: ven, quieto, siéntate, al suelo, suelta, no... Es mejor empezar con tandas cortas de 6 ó 7 minutos para que no se aburra y pierda el interés y la concentración. A medida que el cachorro crece se puede ir aumentando el tiempo de juego paulatinamente y es bueno repetir las tandas de juego de 5 a 6 veces a lo largo del día. Al jugar y educar a nuestro cachorro utilizaremos el refuerzo positivo dándole un premio, al principio en forma de golosina para perro que le encante, unas caricias y unas palabras estimulantes: "muy bien", "buen perro", etc. Con el tiempo iremos eliminando poco a poco las golosinas pero mantendremos siempre las caricias y las palabras de elogio.
Los juegos preferidos de los perros son "perseguir la presa", "cazar la presa" y "entregar o soltar la presa", ésta última es la más difícil de cumplir. Estos juegos forman parte de sus instintos, lo llevan en sus genes y poder desarrollarlos hace que se sientan realizados y equilibrados.
"Perseguir la presa" se traduce en lanzarle una pelota, un freesbe, un palo o cualquier otro juguete u objeto que le permita salir corriendo hacia su captura. También podemos hacer que nos persiga a nosotros, así es como los líderes de las manadas de lobos enseñan a los nuevos cachorros el juego de la caza, haciéndose perseguir por ellos y convirtiéndose en sus presas, de esta forma nuestro cachorro sabrá y entenderá de forma natural que nosotros somos los líderes y él el alumno. "Cazar la presa" es el colmo de la felicidad para nuestro cachorro ¡objetivo conseguido! "Entregar o soltar la presa" lo debemos convertir en el juego de estira y afloja pero manteniendo siempre nosotros el control. El cachorro debe aprender a soltar la presa cuando se lo digamos y utilizaremos para ello el refuerzo positivo, un premio en forma de golosina, alegres palabras de elogio y unas caricias, volviendo a empezar de nuevo.
Los juegos deben empezar y terminar cuando nosotros lo digamos, si vemos que nuestro cachorro está cansado le haremos entender que el juego ha terminado y podremos decidir, en ese momento, si nos quedamos "la presa" nosotros o si se la entregamos como premio final, dejando claro que la decisión es nuestra.
Dar buenos paseos con nuestros perros y jugando con ellos es la mejor manera en que podemos demostrarles nuestro cariño.
Cómo educar a un cachorro
Magazine
¡Vamos a jugar!
Publicado el 05 diciembre 2011 por TuperroeducadoTambién podría interesarte :