Vamos a morir todooos. Miedo a volar ... justificado

Publicado el 23 julio 2010 por Bloggermam
No me gusta volar, bueno no es que no me guste, es que me da pavor. Por eso cada vez que pienso en mudarme de casa una de las primeras cosa que compruebo es que no haya una gasolinera justo al lado, para evitar volar a lo Carrero-Blanco.
Antes de volar por primera vez tenía idealizada la experiencia, estaba convencido de que sería algo estupendo y que me encantaría, al igual que el sexo con mi primera novia...pero ambas idealizaciones acabaron al mismo tiempo cuando volé por primera vez a Mallorca...con mi novia.
He notado que cada vez que vuelo mi miedo a volar aumenta. La primera vez que volé todo fue perfecto, sólo tuve que esperar 12 horas a que el avión llegara de Atenas. Y pensé, mira que bien, ya empiezan los griegos a darnos por el culo...Encima no tuve ese maravilloso placer de entrar al avión por la pasarela, y entrar sonriente a lo vacaciones en el mar, si no que la entrada fue caminando por la pista bajo la lluvia...menos mal que pude guarecerme un momento bajo el ala de mi primer avión, fue impactante ver como estaba completamente congelada, de hecho cuando vi los carámbanos de 20 centímetros ya comencé a tener una idea clara de que los griegos querían darnos por el culo de verdad.
Por suerte ese día...esa noche, se me habían olvidado las doce horas de retraso, no tuve turbulencias. Pero en el resto de vuelos sí, muchas, creo que he pasado todo tipo de turbulencias. 
  • Las hay tipo montaña rusa, que caes caes caes y ves como todo el mundo se va poniendo amarillo, salvo los tres pilotos cabrones que van dos filas más atrás descojonándose de la risa y diciendo que Rupérez es un conductor agresivo.
  • Las hay tipo colleja que te pillan desprevenido, te sacuden y hacen que puedas ver cómo todos los períodicos del avión están rotos por los extremos como si les hubieran salido asas.
  • Las hay tipo Dyango, que te pueden estar agitando sin parar durante 500 km...prueba a cantar algo mientras y verás que gorgoritos más sobre naturales haces....no me quiero ni imaginar a alguien en el servicio intentando apuntar con el chorrito...si fuera religiosos rezaría para que no fuera mi compañero de asiento.
  • Y la mejor de todas es la tipo "vamos a morir todos". Esa por suerte yo todavía no la he pasado. Bueno estadísiticamente sí que la he pasado porque mi mujer la ha sufrido dos veces. Es esa en la que aparecen las mascarillas de oxígeno, se rompen los cinturones de seguridad, la gente se queda suspendida en el aire en plan gravedad cero, caen todos los equipajes, vomitan los auxiliares de vuelo, y por la megáfonía se oye a Camilo Sesto...debe de ser para que en caso de que el comandante no pueda dominar el aparato, los pasajeros deseen la muerte con tal de dejar de oírle. Estas turbulencias terminan con una barra libre, se acaba la tila, el café, la manzanilla, el whisky ... y el papel higiénico.

Los despegues no me han dado muchos sustos a la hora de volar, habitualmente son convencionales, el artefacto se acelera, se agita y cuando parece que van a empezar a desparramarse las piezas por la pista levanta el morro y vas poniéndote blanco y pensando que tenías que haber bebido todo el ron de la petaca. Pero yo he tenido la suerte de haberme encontrado con algún piloto creativo, que para evitarnos los baches de la acelaración decide ir despacito, hacer que el avión de un saltito para arriba como desganado, hacer que el avión se ponga totalmente vertical como el Challenger (ups ese nó que explotó), el Columbia (ups ese tampoco que explotó) bueno como el Endiñemos o carajo se llame y una vez que te empieza a caer en la cara la tierra de los zapatos, pone al máximo los motores haciendo que cruja hasta el diu de la sobrecargo.
A los que nos da miedo volar se nos nota en la cara. De hecho cuando te preguntan si quieresa pasillo o ventanilla, dices pasillo y la del ordenador te da ventanilla para putearte y que puedas ver como te alejas del planeta imaginando que vas a tardar un montón en dejar los sesos contra el suelo cuando el avión se parte por la mitad. Y si ese día te hace caso y te da el asiento de pasillo es porque previamente se ha asegurado que en la ventanilla haya un niño cabrón que se dedica a retransmitirte el despegue como si fuera un partido de fútbol. 
  • "Mira, ya se mueve" y piensas que los que no se tenían que haber movido eran los espermatozoides de su padre
  • "Anda como se levanta, qué pequeño se ve todo" vale, vale, deja de recordarme cuando me ligué a aquella actriz porno, cabrón!
  • "Mira Papá, eso es Fuengirola" que te dan ganas de decirle y lo has reconocido por el castillo o por los cuernos de tu madre??

Cuando ya llevas un rato sin turbulencias parece que el cuerpo se relaja un poco hasta que empiezas a oír por la megafonía al comandante hablando en clave y te cagas. Tienen el lenguaje clave para que los pasajeros histéricos no nos enteremos de nada y no empecemos a gritar "vamos a morir todos!!". De todos modos si te fijas bien, puedes sacar conclusiones, cuando dice:
  • "Tripulación procedimiento"...eso suena a "dejad de rascaros los webos que os veo por la cámara y traedme un café"
  • "Atención T47", podría parecer de que se trata de algo importante, pero eso sin duda que significa "al loro, que pongo el piloto automático y me voy a plantar un pino"
  • "Sobrecargo 15 " significa "tenías razón, la auxiliar nueva está buenísima"
  • Pero lo que más acojona es cuando suena la campanilla de que va a decir algo, no dice nada, y de repente todos los auxiliares corren como locos hacia la cabina. O es la señal de orgía en vuelo, o es que "vamos a morir todooos!!!"

Como procuro volar sólo cuando me obligan no había tenido el placer de probar esta maravillosa experiencia con una línea low cost. Yo ya pensaba que la cosa era en plan barato, pero me quedé corto. De hecho todos los chistes de catalanes y escoceses tacaños juntos no le harían justicia a una línea low cost. En concréto probé con una que la verdad te avisa hasta con el nombre "Ráyame", vamos que seguro que terminas rayado.
Al ir de novato con una compañía de este tipo pagas las consecuencias ... literalmente: 40 euros por no tener impresora en la que imprimir el billete y otros 60 euros por llevar ropa para una semana en la maleta. Así que empiezas a atar cabos y cuando ves a docenas de holandeses con ropa sucia desparramada por el suelo del aeropuerto te das cuenta de que no era un mercadillo hippie, si no que estaban haciendo el trasvase de la maleta al equipaje de mano. Está demostrado científicamente que todo lo que se mete en el equipaje de mano pesa menos y con ello el avión gasta menos en combustible...magufo power!!
Otra cosa que me llamó la atención es la pérdida de solemnidad del vuelo. Para ser probablemente los últimos momentos de tu vida la cosa no parece muy seria. Para empezar te hacen un borratajo en el billete que hay que ignorar, porque en mi caso me indicaba la puerta de emparque a Holanda con un montón de gente con ropa interior muy sucia, cuando yo había pagado el billete a Santiago de Compostela...dos veces. Después ves que tu billete es distinto de el de todos los demás y te empieza a rondar por la cabeza que sin duda es debido a que te ha tocado viajar por fuera del avión atado con una cuerda a ala. 
A esas alturas ya estaba convencido de que lo de low cost está mal puesto y que debería ser low quality...traducido al andalú "un mojón de vuelo". Después te menten en el avión en plan ganado "yeeejaaa tirén pal medio de la naveeee, yeeeejaaaa" y no hay asignación de asiento, así que es una especie de sálvese quién pueda, prácticamente no tienes tiempo de elegir con quién quieres que se mezclen tus trozos cuando se estrelle el avión.
Cuando por fin te encajan en el asiento, te das cuenta de que la empresa ya tiene previsto el accidente y por eso ha pintado el interior del avión como el chaleco de un barrendero, para que se le pueda encontrar rápido independientemente de si cae al mar o se empotra contra una montaña. Lo de encajarte en el asiento es literal y cuando llevas notando un rato los riñones del pasajero de delante en las rodillas no te queda más remedio que llamar a la axiliar de vuelo para pedirle que te metan en ataud en bodega para ir con más espacio. Pero tiene sus ventajas da igual que no te ates el cinturón de seguridad, sólo hace falta que te ates bien los cordones de los zapatos y de ese modo es imposible que puedas moverte del asiento, aunque pilote un ciego epiléptico.
Yo pensaba que no iba a haber más sorpresas en el vuelo, pero consiguieron sorprenderme en la demostración del chaleco salvavidas. Por cierto, soy yo el único que cree que es una estupidez que te expliquen cómo funciona un chaleco salvavidas, en lugar de cómo funciona un paracaídas?? Acaso piensa el piloto hacer un aterrizaje de emergencia en la piscina de Cristiano Ronaldo?? El caso es que el auxiliar de vuelo tira de la cuerda para sujetar el chaleco al cuerpo...y se rompe, a la gente le hizo gracia; agarra el tubito para soplar y llenar el chaleco...y se rompe, a la gente ya no le hizo tanta gracia; el muchacho todo colorado agarra la mascarilla de oxígeno y la goma con que se sujeta a la cabeza...se rompe, a la gente no le hizo ni puta gracia. Estaba claro: vamos a morir todooos!!!
Hecho en falta un espejo retrovisor en el asiento de pasillo, porque como no me queda más remdio que sacar la pierna para que circule la sangre, al final siempre me pillan con el carrito de la comida. Yo creo que lo hacen a posta para conseguir venderte algo. Lo que no me imagino es quién se puede meter entre pecho y espalda una hamburguesa grasienta con aspecto de ser de plástico a las séis y media de la mañana!!?? Ah el gordo de delante a la izquierda, gracias por despejarme la duda y deleitarme con tus exquisitas maneras de generar migas y salpicaduras. Nunca pensé que iba a morir recubierto por los pedazos de una hamburguesa a medio digerir...
Al menos la rusa de espectaculares dimensiones atropométricas (sí estaba muy buena) tenía la deferencia de volcar siempre sobre mi. Yo ya albergaba la secreta fantasía de que todo lo que me habían cobrado de más me lo resarcirían con un delicioso masaje ruso...o que me diera el masaje el comandante, que para eso lo había pagado, no?
De todos modos viajar así tiene una ventaja...como la maleta tiene sobrepeso los operarios del aeropuerto les da pereza moverla, así que te rompen menos cosas y sólo tienes que agarrarla tú mismo del carrito de los equipajes.
Independientemente del tipo de compañía con la que vueles lo más emocionante de todo son los aterrizajes. Ahí es cuando la poca aderanalina que te queda en el cuerpo sale a pasear para agarrotarte como la mano de un onanista compulsivo. 
Al aterrizar notas como hasta los que iban con cara más relajada se tensan y aguantan el primer choque de las ruedas contra la pista...y el segundo...y el aparato que no frena....y el tercer golpe...y de repente los motores entran a funcionar a toda potencia y el aparato remonta vuelo...no hay gritos, ni aliento para gritar "vamos a morir todosss!!!"...sólo caras blancas...y un alivio cuando todo el mundo mira por la ventanilla y ve que estamos dando vueltas en círculos sobre Madrid como una bandada de buitres con otros 3 aviones...y al cabo de un cuarto de hora dice el cojonazos del comandante "por saturación en el aeropuerto se ha abortado la maniobra de aterrizaje"...¿por saturación, mámón? Si estuviera saturado no te habían dado pista...tu entraste a aterrizar tó follao, cabrón!!! Que te crees que llevas un seat león amarillo tuneado???? Tendríamos que haberle dado una colleja todos los pasajeros para que se le quitara la saturación de la cabeza.
También te puede pasar que a la hora de aterrizar haya una ligera brisa lateral...pero de eso no te enteras hasta que ves por la ventanilla que en lugar de ver pasar las cosas deprisa....las cosas se acercan hacia a ti a toda velocidad...entonces toca la rueda el suelo, el avión se gira como si fuera de papel para el lado contrario, se inclina, pega un latigazo contra el lado contrario otra vez (parecía una exhibición de la selección búlgara de gimnasia deportiva)...la gente grita.... "vamos a morir todoooos!!!", encima en Túnez que no sé decirlo en árabe, y después de otro par de bandazos, el avión se detiene y  te sorprendes abrazado a una señora madurita que no conoces de nada y que jurarías que estaba sentada dos filas más atrás.
Pero normalmente los aterrizajes suelen ir bien, salvo cuando reaparece el niño cabrón que todo entusiasmado va diciendo:
  • "Halaaa, qué de nubes!!! no se ve nada", joder, niebla ahora sí que vamos a morir todos!!
  • "Mira una vaquita...", que bien, se fue la niebla... un momento, vacas? al lado del aeropuerto? dónde vamos a aterrizar??? vamos a morir todos!!
  • "...y ovejitas y un perro pequinés con un collar que pone 'tobbi'..." O éste ha heredado la vista de supeman, o estamos demasiado cerca del suelo...seguro que vamos a morir todooss!!

Luego miras de reojo y ves que el crío está ojeando un cuento de esos que están llenos de dibujitos y cruzas una mirada con su padre que también está blanco como la pared y te confirma mentalmente que él también tiene ganas de amordazarle.
Espero que pase mucho tiempo hasta la próxima vez que tenga que subir un avión y mientras tanto que vuelen los pajaritos y las vedettes que para eso tienen plumas.