Existen distintas técnicas para intervenir un objeto, pero no todas pueden aplicarse a todo. A veces depende del material del elemento a tratar (madera, metal, yeso, etc.) a veces del tamaño y otras del uso que se le dará. En esta nota enseñaremos cómo transformar unas vasijas comunes, oscuras y sin gracia en unos decorativos floreros que se pueden poner agrupados en un rincón o como centro de mesa. También pueden ir en un hall recibidor encima de una consola de metal y vidrio con un espejo encima.
Este trabajo está realizado por nuestra colaboradora María Fernanda del blog Tus Manos y las Mías, a quien le agradecemos su generosidad.
Materiales
- Vasija de terracota
- Látex blanco u otro color
- Lija
- Cera incolora
- Accesorios: cuentas de madera o cerámica, cuerditas de hilo, cintas rústicas
Realización
*Limpiar bien la vasija con un trapo húmedo y dar una o dos manos de látex blanco.
*Lijar en algunas zonas hasta que aparezca el color oscuro de base, no demasiado, tienen que quedar como vetas.
*Aplicar cera incolora y frotar bien con un trapo de algodón hasta sacar brillo.
*Decorar con cintas, hilo y cuentas rústicas
*Colocar unas ramas o flores secas en su interior para completar el arreglo
*Sin duda queda un hermoso trabajo, muy decorativo, sin gastar dinero y hecho con muchas ganas y cariño.
**Tips
>Se pueden dar dos capas de látex de distinto color, por ejemplo la de base rojo teja o azul y la de encima blanco. Al lijar irán apareciendo ambos colores y tú decides cuál resaltará más.
>Queda bonito dejarlo en blanco y protegerlo con barniz mate al agua.
Gracias por visitar El Taller de Jazmín!