-¡La casa entera se desplomará sobre ella!- recuerdo que gritó la gitana que una tarde le tiraba las cartas a mi madre. A partir de ese día mamá vivía pendiente de que estuviera la mayor parte del tiempo al aire libre. Así fue que me hice amiga de estos gatos que están desde siempre conmigo.La casa no solo no se desplomó, sino que el tiempo siguió pasando y aquí estoy: contemplando a la luna con mis queridos gatos y sin mamá. Aquella desmejoro por cuidarme tanto, siempre preocupada porque nada me pasara que llegó a quedar ojerosa y flaca, se fue apagando de a poquito.Y aquí sigo yo...cuando la casa se desplome ya me habré ido hace rato.
Por Patricia O. (Patokata) desde Uruguay
-¡La casa entera se desplomará sobre ella!- recuerdo que gritó la gitana que una tarde le tiraba las cartas a mi madre. A partir de ese día mamá vivía pendiente de que estuviera la mayor parte del tiempo al aire libre. Así fue que me hice amiga de estos gatos que están desde siempre conmigo.La casa no solo no se desplomó, sino que el tiempo siguió pasando y aquí estoy: contemplando a la luna con mis queridos gatos y sin mamá. Aquella desmejoro por cuidarme tanto, siempre preocupada porque nada me pasara que llegó a quedar ojerosa y flaca, se fue apagando de a poquito.Y aquí sigo yo...cuando la casa se desplome ya me habré ido hace rato.
-¡La casa entera se desplomará sobre ella!- recuerdo que gritó la gitana que una tarde le tiraba las cartas a mi madre. A partir de ese día mamá vivía pendiente de que estuviera la mayor parte del tiempo al aire libre. Así fue que me hice amiga de estos gatos que están desde siempre conmigo.La casa no solo no se desplomó, sino que el tiempo siguió pasando y aquí estoy: contemplando a la luna con mis queridos gatos y sin mamá. Aquella desmejoro por cuidarme tanto, siempre preocupada porque nada me pasara que llegó a quedar ojerosa y flaca, se fue apagando de a poquito.Y aquí sigo yo...cuando la casa se desplome ya me habré ido hace rato.