Ven...

Publicado el 20 marzo 2012 por Pluvisca

Ilustración: Sandra Dieckmann.



Estaba arrodillada, pero me dejé caer, rodeada de caritas grotescas de cartón pintado y ojos de vidrio. Mirándome. Nadie les había quitado el polvo, todo era olvidado. Pero en mi memoria el pasillo volvía a ser un río que fluía hacia el salón de los reflejos. Un barquito de papel naufragaba lentamente en la alfombra.
Ya no temblaba. Ya no sentía. Todo huía de mí, como los pájaros de Andersen, hacia las Tierras Calientes. No podía llorar, y me tendí suavemente en el suelo mientras oía, o creía oir, el despacioso vaivén de la puerta del pasillo, perdiendo fuerza. Y un campanilleo medio sofocado por el silencio, el silencio que iba repitiendo una voz sin sonido: "Ven, ven, ven...".
Fue la primera vez que me morí.


Y es que tenemos muchas vidas y muchos renacimientos...



Ana María Matute, fragmento de  Paraíso inhabitado