Vendavales

Publicado el 14 julio 2011 por Netomancia @netomancia
Se miraron a los ojos en un bar y se confesaron el dolor de no poder verse más. Cayeron algunas lágrimas y un puñal los atravesó como un vendaval.
Al adiós le siguieron los años, la vida misma, otra gente, nuevos amores, otras desilusiones.
Se volvieron a ver un siglo después, reconociéndose detrás de las arrugas y la piel marchita. Se supieron ellos con solo verse los ojos. Las pupilas se ensancharon, enormes, asombradas. El interior fluyó como un volcán, a pesar de la edad.
Se detuvieron un instante, una sola fracción de tiempo en el universo. Esos ojos lo decían todo. Nada había acabado en el olvido, seguían viviendo aquel amor.
Y entonces entendieron que cada uno debía seguir su camino, porque nada igualaría ese ayer.
- Perdón, creí por un momento que era otra persona.
- Por favor, creí lo mismo. Adiós.
- Adiós.
Y así marcharon en direcciones distintas, arrastrados por un vendaval y el saber que nada sería igual.