A veces es duro darse cuenta del destierro que nos ofrecen las ventanas.
Solo a veces, porque me paso el día analizando lo que me devuelve la ventana de mi habitación. No sé, puede que todo esto esté enclaustrando mi alma. Me refiero al ejercicio de sacar de mi interior palabras y sentimientos, al hecho de estar cambiando de mundo constantemente. Y es que me siento como un preso o como un fugitivo, me siento como si estuviera viviendo doblemente, como si mi mundo se desfigurara cada vez que trato de ser sincero y de llorar mi lástima.
Nadie viene a salvarnos nunca.
Cuando me siento solo, cuando me veo acorralado y las verdades me apuñalan, vengo a calmar mi sed a este pozo insondable, a este mar de letras y lamentos en donde me siento mejor.
Si es que parezco imbécil, y vuelvo siempre a cometer los mismos errores y vuelvo a mirar por la ventana en busca de objetos y figuras que llevarme a la mente.
Hoy estoy espeso. No soy capaz de poner en pie mis ideas, mucho menos podría poner en pie este pequeño mundo de mentira. Hoy me contento con música, porque cuando las palabras no salen, puede que una melodía haga las veces de palabras y de ancla para una persona que quiere seguir viviendo.
FFVII Piano Collection – On Our Way
El sueño me puede. Hasta pronto.
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