Las siestas delante de la TV mientras emiten el Giro o el Tour provocan que muchos aficionados se lancen a la carretera arriesgando su vida entre conductores más preocupados de sus desgracias, de las que pueden llegar a provocar.
Las siestas delante de la TV mientras emiten el Giro o el Tour provocan que muchos aficionados se lancen a la carretera arriesgando su vida entre conductores más preocupados de sus desgracias, de las que pueden llegar a provocar.