- Javier González -
Ser gallego no se puede ocultar. Los gallegos, a diferencia de los vascos, nacemos donde podemos ( en mi caso, en Barcelona ); la “cocina minimalista” no va con nosotros, somos más de “cacho” de empanada y pulpo “a feira”; la “morriña”, además de una marisquería, es nuestra forma de vida; nos encantan las “gangas” y el contrabando ( si hay algo sin etiqueta, nos lo quedamos ); seguimos teniendo fe en que los pimientos de padrón no piquen, en que pare de llover para la fiesta, en que un “gaiteiro” y un acordeonista sean una orquesta y sobre todo, en que los veranos duren más para poder volver y volver y volver….