Veo el verde más que nunca, surge de cualquier lugar, de la roca, de la tierra, incluso del mar. Se precipita hasta el mismo límite, justo tocando el agua. Es un verde salvaje, sin pisadas, difícil de olvidar. Mirándolo creo estar en otros lugares, en otras situaciones, pero estoy aquí mismo, al ladito de mi casa.
Tomada en Cobaron. Bizkaia/Cantabria