Imagen sacada de Google
Creo recordar,
que la última vez que miré al cielo seguía siendo azul. Lo que
no recuerdo es si eras tú quien lo miraba conmigo, o era cualquier puta que
vendía su sonrisa y su cuerpo por veinte pavos.
Últimamente
ni siquiera alzo la vista hasta la altura de los ojos de la gente, solo veo el
gris de las aceras y las cagadas de perro con huellas de zapatos.
Aún continuo
pensando en ti, y me como la cabeza intentando descifrar dónde estarás, qué
estarás haciendo y con quién lo estarás haciendo. Y me hierve la sangre, y apretó
los puños hasta que los nudillos se ponen blancos y las uñas se clavan en las
palmas de las manos.
A veces me
escondo entre los coches que se encuentran aparcados frente a tu portal,
esperando verte, pero soy tan cobarde que huyo de allí por miedo a que me
descubras.
Hoy me
duelen los ojos de llorar. He decidido no pensar más en ti.
Buscare en
alguna esquina alguna puta que quiera averiguar conmigo si el cielo sigue
siendo azul.
Y esta
noche, con mis ojos rojos, hinchados y cansados, veré morir nuestra estrella, y
sonreiré.