Oigo hoy en las noticias que, aunque fuentes oficiales afirman que se trata de pequeñas cantidades y que no suponen riesgo alguno para la población, la radiación proveniente de Japón ha llegado a Bilbao.
Me ha dejado pensando en Hiroshima, Nagasaki, Chernobil… el sufrimiento de cientos de miles de personas años después de estos y otros sucesos similares; el futuro que estamos dejando a las generaciones futuras, en qué condiciones les dejaremos este planeta…
Todo ello me recordó a las palabras de Leonardo Boff recogidas por Fernando Comas en Pharmacoserías:
El problema es la relación del ser humano con la Tierra, porque es violenta, de puño cerrado. Mientras no cambiemos eso, vamos al encuentro de lo peor. Y esta vez no hay un Arca de Noé. Nos salvamos o perecemos todos.
Las sociedades dominantes ven a la Tierra como un baúl de recursos que se pueden sacar infinitamente, aunque ahora hay que sacarlos con sustentabilidad, porque son escasos. No reconocen dignidad y derecho a los seres de la naturaleza, los ven como medios de producción y su relación es de utilidad.
¿Crecer significa qué? ¿Explotar la naturaleza? Exactamente ese tipo de crecimiento y desarrollo puede llevarnos a un abismo, porque los seres humanos estamos consumiendo 30 por ciento más de lo que la Tierra puede reponer.