El fin de mis vacaciones en el rancho grande coincidió con la intensificación de un resfriado en B. Su resfriado anterior fue como deben ser: unos días de moquitos y de estar pachucha, y tan tan; éste, en cambio, no tuvo consideración, y se envalentonó más con el viaje de regreso.
No sé si ella me contagió algo, pero yo también me resfrié, y si puede ser cansado cuidar a un bebé, cuidar a un bebé enfermo estando enferma, está de antología. Ya nos sentimos mejor, pero tengo un cansancio que duele.
Con todo, han sido días muy bonitos, y de aprendizaje. La "puesta de la navidad" en casa se ha retrasado, pero con suerte hoy estará lista. Es un árbol como nunca imaginé, igual que mi vida; me gusta y me sorprende, igual que mi vida.
Silvia Parque