Slava Bowman (Unsplash)
Calla. Existes solamente en la quietud de este universo silencioso. En ese tiempo donde vuelo, lejos del bullicio de una multitud sin brújula, que atraviesa mi alma transparente tratando de llevarse tu color, tu risa, mi sueño.
Duerme. En ese espacio cincelado de locura siempre te encuentro, cerca o lejos, ayer, mañana o siempre… Y cuando llegue el día no despiertes, que habito esa mirada perdida entre el amor y la dicha.
Respira. En cada curva de esta piel verás crecer un jardín infinito. Imagino el aroma que desprende tu beso, esa flor que desnuda mi cuerpo.
Sueña. Soplaré esta nube maldita del calendario y mojaré de lluvia los días en que no estás, dejando una marca en cada paso donde te pienso. Para que no te pierdas, para que se escriban las hojas de este corazón.
Somos viajeros en esta coincidencia llamada tiempo. Te veo y no sé dónde estás. Te quiero, aunque ahora no importe. Yo no sé adónde voy… Tú, ven.
© Nur C. Mallart