Por Valeria JarVi
¿Me has visto en el camión?
Qué pregunta tan boba, cómo sabrías quien soy si no me conoces, es lo mismo que vivo todos los días en el camión. Veo infinidad de personas, algunas las recuerdo por sus mochilas, zapatos, cabello, sus ojos (ya que no puedo observar más por culpa del cubrebocas). Veo a mucha gente, pero no la conozco, no sé quién sea. ¿Cómo seran sus voces?
Tal vez no has prestado atención a esos detalles. Caemos tanto en la rutina que no nos ponemos a pensar quién nos acompaña todos los días en el camión. ¿Son desconocidos? Creo que ya somos una familia de personas que a la misma hora toman el camión.
para ir a vivir la monotonía.
Suelo escuchar música de camino a la escuela, depende de mi ánimo es la canción que escucho, es increíble como la música te relaja y te hace recordar o sobre pensar las cosas, es una pequeña terapia que te ofrece viajar en metro o en camión. Muchas personas llevan audífonos nunca sabré sus gustos musicales excepto el de las personas que llevan el volumen al tope, de esas personas claro que sí lo sé.
A veces me encuentro con personas conocidas, si están muy cerca las saludo y si las veo del otro lado del camión solo lo dejo pasar, ya habrá otra ocasión para saludar.
En fin, viajar en camión es un viaje desconocido, en el transcurso del viaje pueden ocurrir contratiempos que hacen que llegues tarde a tu destino o momentos alegres como una plática interesante entre dos señoras desconocidas que se acaban de conocer y aprovechan para compartir los precios de los productos del súper o de lo feo que se pone el mundo, es divertido escucharlas pero muchas veces también te hacen reflexionar sobre algunos temas.
Viajar en la mañana con mis amigos desconocidos es fantástico, me gusta ver el cielo oscuro y escuchar los pajaritos que al pasar el camión por lado de los árboles cantan y cantan.
La mayor parte del tiempo siempre voy sola en el camión, pero en algunas ocasiones de regreso a casa, cuando ya está apunto de terminar mi día es muy estresante ir sola, porque aparte hace mucho calor y hay más gente, es abrumador.
Pero en uno de los tres camiones que tomo para llegar a casa, me voy con mi compañera, mi amiga Carmelita, que después de que nuestra otra amiguicima Lupita, nos va a dejar a la parada tomamos el camión y vivimos muchas aventuras divertidas, cómo un golpe en la cabeza porque la combi es demasiado chaparrita y mi amiga es demasiado alta. Lo siento por la exhibición pero a todos les ha pasado. Uno de mis problemas pero que para mí no es un problema, es mi risa desenfrenada, siempre me rio de todo y eso lo hace aún más divertido, me encanta reírme, así que disfruto ese pequeño viajecito hasta llegar a mi otro camión, pero bueno, te invito a que disfrutes tus viajes en el camión y que conviertas la monotonía en diversión y felicidad.