Victoria, ¿Una niña distinta? ¿Una manera equivocada de educar?

Publicado el 02 mayo 2015 por María José Luque Fernández @sonrisasdecamaleo

Victoria,  tenía el pelo negro y  lindos ojos del color del cielo, cuando nació.  Sus hermanos mayores estaban impacientes por su llegada a casa. Querían jugar con ella, no entendían que  sólo era un bebe y que lo único que  iba a  hacer era dormir, comer y berrear durante algún tiempo………… Para ellos, que todavía no tenían claro el concepto tiempo, muy, muy largo.Los abuelos tenían un perro, que a ellos se les antojaba enorme, un pastor alemán, con el que no paraban de jugar y reír. La verdad es que casi preferían quedarse unos días más con ellos, aunque el abuelo Fernando era muy gruñón.Yimi,  se llamaba el pobre perro, más bueno que el pan, que tan pronto se encontraba con los dos niños, Fernando y María José montados en su lomo, como si fuera un caballo, O tumbado plácidamente con la cabeza de los muchachos durmiendo sobre él. Toda una locura maravillosa, sin duda. Poco a poco, sin dejar por supuesto de visitar a los abuelos, más por jugar con el perrillo, todo hay que decirlo, la vida iba volviendo a la rutina.Fernando y María José contaban 7 y 3 años, llenos de energía y vitalidad, y dispuestos a trastear todo lo posible. Mama era muy estricta pero también muy cariñosa y hacía todo lo que podía para que no sintieran celos de su nueva hermanita.Mientras Victoria dormía, ella jugaba con ellos, en el suelo, haciendo rompecabezas, pintaban garabatos y leían cuentos. A  mama le gustaba mucho leer.  Después de comer los mandaba a la cama a dormir la siesta y ella se sentaba en el sofá de skay  color gris que teníamos en el salón de nuestra casa, a leer con tranquilidad y silencio.Ella adoraba esos momentos de paz, siempre y cuando al bebe no le diera por despertarse,  hambre, gases y esas cosas de  bebes.Sus vidas iban transcurriendo entre juegos y diversiones, entre familia y amigos y por supuesto su perrito Yimi.Iban pasando los años y los tres hermanos cumplían años y comenzaron los años de colegio que no dejaron de ser por ello menos divertidos.Había domingos que les costaba elegir, ir a casa de los abuelos de mama o a casa de los abuelos de papa…………… ¿Perrito o abuela Carmen?¡Qué difícil elección!  Un domingo al mes se reunían todos los primos en casa de los abuelos. La abuela Carmen, a quien todos llamaban mama Carmen, preparaba unos guisos riquísimos, o a ellos, eso les parecían. Estaban de rechupete.Menuda fiesta, eso sí que era diversión… Eran por lo menos, que Victoria recordará 12 o 15 niños. ¡Vaya! Éramos una de esas familias que dicen muy muy pero que muy grande.La casa era chiquita, pero la habitación era enorme y allí nos sentábamos todos a jugar, “a la zapatilla por detrás, tris, tras…..”  Y a un montón de juegos que ahora ya ni tan siquiera se recuerdan……Victoria empezó el colegio, estaba muy contenta, aquel día disfruto de lo lindo, además no tenía que ir al mismo colegio que sus hermanos, que suerte, así no tendría que aguantarlos, con tenerles en casa era más que suficiente.  Así, pensaba Victoria ya tan chiquita. Era distinta, su hermana María José lo sentía, no entendía por qué, pero lo sabía.Como todos los chavales, los niños se ponían enfermos, pero en aquellos años, hace ya mucho, mucho tiempo,  en la ciudad en la que vivíamos existía una enfermedad muy peligrosa,  para la que no habían inventado todavía esas vacunas que tanto os disgusta poneros a los más pequeños.  Y Victoria cayo muy enferma. Por si queréis buscarla en el diccionario se llama “Meningitis”.En el hospital no sabían muy bien que pasaría después y el tiempo fue pasando despacio o deprisa depende para quién, mayores o pequeños y  Victoria fue creciendo como una niña distinta, pero no diferente, igual al resto de los niños, estudiando, jugando, divirtiéndose pero a un ritmo más lento.Victoria era muy inteligente, te dejaba sorprendido en un momento con sus charlas o sus decisiones. Era muy rebelde, pero yo, su hermana también lo era.Antes los profesores, los niños no comprendían que otro niño fuera un poco diferente, no solo por tener los ojos verdes o negros, o por tener el pelo negro o rubio, o por ser blanco o negro, alto o bajo. Ahora todos vosotros sabéis que hay más niños, los que piensan un poco más despacio, los que no pueden parar quietos, los que se quedan pensando en la luna de valencia y tardan un poco más en volver. Aquellos que van en silla de ruedas o que no pueden ver, hablar o escuchar.Para vosotros, ellos son todos iguales, porque todos sois distintos, todos únicos por vuestras características físicas, por vuestra capacidad para estudiar, por vuestras limitaciones y a la vez sois especiales cada uno de vosotros.Pero para Victoria fue muy difícil, nadie la entendía, ni sus amigos, ni sus profesores, ni tan siquiera los médicos.A Victoria le costaba hacer amigos, no quería salir, empezó a pensar que los demás sólo hablaban de ella y se sentía muy mal.Seguro que a vosotros os ha pasado alguna vez, que un amiguito ha dicho algo malo de vosotros y os ha dolido un montón el corazón. Pues así se sentía Victoria, muy dolida. ¿Sabéis una cosa chicos?, nunca dejéis solo a un amigo, sois importantes para él y más cuando sois pequeños, os necesitáis para jugar, para reír, para discutir y para daros un abrazo.Victoria fue metiéndose en una burbuja de la que no conseguía salir. Su hermana se sentía triste y no sabía qué hacer, la daba su cariño, y compartía con ella todo el tiempo que no tenía que estudiar. Los años fueron pasando y Victoria se convirtió como os pasara a vosotros dentro de unos años en una adolescente, pero con muchos problemas sin resolver…………Victoria dejó de estudiar porque no la entendían, se ponía nerviosa en los exámenes, pero cierta vez, demostró en un examen oral, que podía sacar matrícula de honor.Y derrota tras derrota, los amigos te abandonan, porque no eres divertida, porqué te quedas pensando en las musarañas o la luna de valencia, como soléis decir los más pequeños.Y uno solo tiene que vencer sus miedos, todos los tenemos verdad, miedo a las pesadillas, a la obscuridad, a la ausencia de papa y mama.Pero a veces los miedos son mayores para algunos niños, que ven las cosas de forma diferente, lo que nosotros vemos de color rojo, ellos lo ven negro y aquella  figura hermosa a ellos se les antoja un monstruo.Y terminan a veces, viviendo porque nosotros, si preguntad a vuestros papas, la sociedad, les dejamos, solos luchando con sus fantasmas, sus miedos, sus voces……..Sabed pequeños que vosotros sois del futuro, pero todos, da igual que seáis  Yolanda la autista, Jorge el síndrome de Dow, Victoria  síndrome de asperger, Juan con Leucemia, Noelia con Asma, Raquel en silla de ruedas, Raúl sin ningún problema aparente,  Enrique con pecas, Nuria la rellenita…….

Qué más da, todos niños, todos seres humanos.¿Qué hacen los niños? Jugar, crecer y divertirse……. Pues ¿A qué esperáis?Marijose Luque Fernández.Dibujos de la red.