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" vida laboral y abusos en la infancia"

Publicado el 23 abril 2010 por Lunaxx7

Las consecuencias de los abusos se hacen notar en muchos ámbitos de tu vida. Y uno de ellos es el laboral. Una inestabilidad total en ese aspecto.
Mi primer empleo fue de auxiliar administrativa, acababa de finalizar un curso de dos años de secretariado y enseguida encontré el empleo en una gestoría. Atendía la recepción, el teléfono, hacía gestiones en organismos del estado, algún trabajo administrativo. Pero como anunciando la dinámica que seguiría en mi vida, sin darme cuenta, empecé a ser impuntual, no cumplía con los horarios, tenia 17 años y no me lo tomé muy en serio. Empecé a salir con el que fue mi primer novio y primer marido, y una cosa por la otra, acabaron despidiéndome.
¡En casa me hubieran matado si se hubieran enterado! y estuvimos todos esos meses ocultándolo y
deambulando por las calles, o repartiendo propaganda, desde las 8.30h de la mañana hasta la hora que se suponía que terminaba el trabajo.   Hasta que me fui a Gran Canaria para escapar del mal ambiente que había en casa y con la mili de mi pareja como excusa. En Gran Canaria me dediqué a la prostitución, fue la primera vez que me metí en ese mundo, y todo el año estuve así, aunque me pasó factura, porque acabé odiándolo.
Regresamos a Barcelona, y empecé a trabajar de dependienta, en una cadena muy conocida de fotografía. Estuve tres meses solamente. Volví a repartir propaganda, no se porque no me buscaba nada normal, pero no lo hacia. 
Posaba para fotógrafos, para pintores y con eso me sacaba un dinero. Aunque siempre había algo más con todos ellos, hablaré de eso en otro post.
Después trabajé seis meses de dependienta también en una gasolinera, pero no nos renovaron el contrato y como mi marido trabajaba de mensajero, yo empecé a estudiar el bachillerato en el turno de tarde-noche. Conseguí sacármelo, a duras penas acabé el último curso.
Me separé de mi marido y empecé a conocer gente de dinero, y me veía sexualmente con uno o dos, cuando necesitaba para mis gastos, y así fui tirando bastantes años. Sin hacer nada en concreto, prostituirme, nada más. Ahora pienso en todo el tiempo que he perdido, ¡madre mía! 
Todos estos comportamientos, son también secuelas de los abusos, pero hasta ahora no me he dado cuenta.Iba conociendo más hombres, tenía mi clientela fija y no me preocupaba de nada más.
Intenté dejarlo algunas veces, pero duraba dos días en mis empleos. Trabajé también en una cadena de libros importante que hay en Barcelona, y mis desavenencias con la encargada hicieron el resto. Duré una semana. Repartí comida china en mi barrio. Pero siempre continuaba viéndome con personas que financiaban mis gastos. Volví a trabajar en otro par de pisos selectos de scort y así continuamente. Conseguí sacarme el diploma de auxiliar de geriatría/enfermería en un curso que hice de un año, y el de azafata de ferias y congresos, del que no he trabajado aún, porque ya estaba con mi marido y teníamos ya niño y segundo embarazo a la vista. De auxiliar de geriatría es de lo que más he trabajado, pero a horas también, por la famosa conciliación familiar/laboral, que no existe.

Y bueno, ahora trabajo en algo eventual, por el mismo tema de los horarios, imposibles de compaginar, en algo que ni me llena ni me gusta y que espero poder cambiar en breve.
Es un tema delicado, la inestabilidad de la que te dotan los abusos, no sólo afecta a tu vida personal, sentimental, también afecta y mucho en el terreno laboral.
Tengo la esperanza de  poder encontrar algo que me llene, que me guste, que me permita sostenerme económicamente y poder conciliarlo con mi papel de madre, algo con lo que no cuenta hoy en día la sociedad, por mucho que intenten hacer propaganda de ello.

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